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El exsenador Dionisio Amarilla aparece registrado como contribuyente del Impuesto al Valor Agregado (IVA) recién desde 2013, año en el que llegó a la Cámara de Diputados, según datos de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET).
Para ese entonces el exadministrador de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) ya había experimentado un llamativo crecimiento patrimonial que lo llevó de modesto repartidor de leche en su Tebicuary natal a ser millonario.
Según los datos de la SET, Amarilla aparece registrado como contribuyente del Impuesto a la Renta Personal (IRP) también desde 2013. Desde 2018 figura registrado en el Impuesto a la Renta del Pequeño Contribuyente (IRPC) y en Libros IRP.
El legislador mostró una Declaración Jurada en la que su RUC aparecía como inscripto en 1998, pero, según los datos de la SET, recién fue registrado como contribuyente desde 2013.
Una fortuna de G. 7.100 millones
“Soy un pelele económicamente”, dijo Amarilla semanas atrás cuando se le preguntó sobre su crecimiento patrimonial. Un pelele que en su última Declaración Jurada reportó activos por más de G. 7.100 millones.
Según su propio currículo, Amarilla duró apenas un año como gerente administrativo de una empresa privada. Después de eso, en 1999, se instaló en la Universidad Nacional de Asunción (UNA).
Según informaciones a las que tuvo acceso ABC Color, Amarilla Guirland fue nombrado el 24 de junio de 1999 como director general administrativo de la UNA por resolución del entonces rector, Darío Zárate Arellano.
Apenas ocho año después, en 2007, declaró tener activos por más de G. 4.000 millones, de los cuales casi la mitad era dinero en efectivo.
Para 2013, cuando Amarilla dejó la UNA para convertirse en diputado, su fortuna había subido a G. 5.066 millones.
El año pasado, antes de jurar como senador, Dionisio Oswaldo Amarilla Guirland dijo tener un activo de G. 7.143 millones.
¿Y sus tributos?
Como justificación de su geométrico crecimiento patrimonial, Amarilla Guirland se pasó repitiendo que ganó mucho dinero gracias al ejercicio privado de su profesión de economista.
Si realmente el ejercicio privado de su profesión le valió para su crecimiento patrimonial, entonces el destituido legislador debería haber tributado como contribuyente al menos de IVA. Sin embargo, según los documentos que constan en la SET, el liberal llanista aparece registrado para cumplir con esta obligación recién desde el año en el que alcanzó su primer cargo electivo. ¿Qué pasó durante los casi 15 años anteriores?
Esa es una de tantas preguntas que solo el destituido senador podrá responder.
Investigación parada
A casi un año de haberse denunciado ante la Fiscalía a quien hasta la semana pasada fue senador, Dionisio Amarilla (PLRA, llanista), no se designó todavía un fiscal que lo investigue. Se argumentó que la Contraloría General no había respondido a requerimientos de la Fiscalía, pero ese ente remitió la declaración jurada del legislador hace un mes.