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La trascendental noticia llegó ayer de mañana a la Embajada de Paraguay en Brasilia, de parte del Ministerio de Relaciones Exteriores del Brasil (Itamaraty) que, a su vez, recibió la comunicación oficial del Poder Ejecutivo.
El anuncio consiste en que la presidenta Dilma Rousseff aceptó entregar a Neneco al Paraguay, avalando así el fallo unánime emitido el 25 de agosto pasado por el Supremo Tribunal Federal de dicho país.
De este modo, el Gobierno paraguayo consiguió en ocho meses la extradición del narcopolítico, quien fue capturado el 4 de marzo pasado en el municipio de Caarapó y que ahora será juzgado en Asunción por el doble homicidio ocurrido el 16 de octubre del año pasado en el distrito de Villa Ygatimí.
A estas alturas, la venida de Neneco a Paraguay ya depende exclusivamente de las autoridades de nuestro país, quienes tienen que completar lo antes posible todos los tramites administrativos correspondientes, ya que el Gobierno brasileño únicamente espera la notificación sobre el grupo designado para ir a recoger al procesado.
Sobre la modalidad en que sería traído, el Ministerio Público y la Policía Nacional tienen la intención de que sea este lunes, en un avión que lo recogería del aeropuerto de Campo Grande. Sin embargo, el superintendente de la Policía Federal en el estado de Mato Grosso del Sur, delegado Ricardo Cubas César, dijo ayer de tarde a ABC que el procedimiento usual que ellos aplican es entregar a los detenidos en la frontera entre Ponta Porã y Pedro Juan Caballero, aunque aclaró que una vez que reciban la notificación oficial de parte de su gobierno no tendrían inconvenientes en agendar y coordinar con nuestras autoridades el momento y la forma de ejecutar la extradición.
El lugar de prisión
Si bien la fiscalía pide la prisión en la cárcel de Tacumbú, las autoridades entienden que no hay seguridad en ese sitio de reclusión para un preso de esta relevancia.
Tampoco la Agrupación Especializada otorga seguridad, ya que la custodia está a cargo de policías, que en muchos casos caen en la tentación de la corrupción. Además, allí está recluido otro procesado en este caso, Arnaldo Cabrera, exchofer de Neneco.