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La Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Comisados (Senabico) finalizó el inventario en la quinta Nápoles, ubicada en Juan E. O’Leary, departamento de Alto Paraná, y encontró que el inmueble fue saqueado presuntamente por los agentes policiales y de la Senad que realizaron el allanamiento en setiembre del 2018.
En un informe detallado se hace constar todo lo que falta habitación por habitación y que se llevaron desde un taburete hasta un tractor y una lancha. Además se informó que el dinero que fue requisado a Cucho en posteriores allanamientos a casas de cambios de Ciudad del Este nunca fue depositado por la Senabico cuando esta secretaría estaba a cargo de Karina Gómez, quien en todo momento se mostró renuente a dar a conocer detalles de todo lo que hacía su gente en relación a los bienes incautados.
Cortinas, somieres, bidé, sábanas, tractor
Ahora sale a la luz que la quinta Nápoles rapiñaron, según el informe de la Senabico, actualmente dirigida por Carolina Llanes. Conforme a este inventario, del inmueble del presunto narcotraficante desaparecieron: soportes de cortinas, acondicionadores de aire, soportes para televisión, luces led, lavamanos, bidé, colchones, camas, somieres, sábanas, cortinas, juegos de sillas, sofás duchas, lámparas, un tractor y una lancha, entre muchas otras cosas que figuran en una lista de más de cinco páginas.
Si bien la defensa de Cucho ya había hecho denuncias de robos, ahora se hace oficial el caso al tenerse un informe oficial y queda a cargo del Ministerio Público identificar a las personas que realizaron tal rapiña.
Dinero no iba al BNF
Pero lo más grave que saltó con este informe es que en el acta de la Senabico se puede ver que todo el dinero que se incautó de Cucho recién se depositó en el Banco Nacional de Fomento (BNF) el 1 de marzo último. No se sabe en manos de quién estuvo todos estos meses el dinero y qué estaban haciendo con él.
El hermetismo con que se manejó la administración de Karina Gómez levantó todo tipo de sospechas de su accionar y una de ellas giró en torno al alquiler de la quinta a un precio bajo (G. 7 millones al mes) a un hombre cuya identidad se intentó ocultar bajo argumentos de “seguridad”. Ante la presión ciudadana y de los medios de prensa, la entonces titular de Senabico, Karina Gómez, dio a conocer el 15 de febrero pasado al arrendatario: Miguel Ángel Ayala Florentín, quien tenía deudas por unos G. 50 millones.
Actualmente Reinaldo Cabaña se encuentra preso al estar acusado de ser el líder de una banda internacional dedicada al tráfico de cocaína que operaba en Ciudad del Este y que fue desbaratada en setiembre del año pasado cuando se realizaron una serie de allanamientos y también se identificó al diputado con permiso Ulises Quintana (ANR, Añetete) como uno de los presuntos tentáculos de la estructura.
El parlamentario abdista está actualmente recluido en la prisión de las Fuerzas Armadas ubicada en Viñas Cue.
Caso echó a diputado
El caso de Reinaldo Cabaña produjo la caída del diputado abdista de Alto Paraná Ulises Quintana. El parlamentario está imputado y preso en el penal militar de Viñas Cue desde el 21 de setiembre pasado por presunto tráfico de drogas en calidad de cómplice, tráfico de influencias, asociación criminal, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Quintana alega ser inocente y un perseguido político. Inclusive pidió ayuda a la embajada norteamericana en el país. Su última jugada fue inscribirse como precandidato a la Comuna de Ciudad del Este, pero al no tener apoyo del abdismo retiró su nominación.