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Johan Klassen Hildebrandt y Heraldo Harans Bergen, menonitas mexicanos pobladores de la colonia Nueva Durango, acompañados de Milton Ivo Fenner, Enebaldo Francisco de Asís y Darío Rojas Balbuena, denunciaron que autoridades de la citada colonia mantienen un régimen fundamentalista que prohíbe uso de celular, escuchar radio, mirar televisión, comprar y usufructuar bicicleta, motos, toda clase de automotor.
También las familias, los jóvenes, tienen estrictamente prohibido leer la biblia cristiana y compartir en familia; prohíben a los jóvenes todo tipo de deportes y/o recreación, así como uso de computadores, internet; prohíben compartir acontecimientos familiares y consumir toda clase de bebidas, prohíben a niños y jóvenes estudiar en escuelas, colegios y mucho menos en universidades, prohíben a colonos pobres salir a trabajar fuera de la colonia y que los jóvenes menonitas se socialicen con jóvenes paraguayos y de otra cultura.
Quienes infringen estas normas son objeto de torturas físicas y psicológicas, se los despoja de los objetos de tenencia prohibida y se les golpea con cables de electricidad trenzados de seis unidades y goma de polea, se los expulsa de la religión y tradición y de la cooperativa, se los despoja de sus ahorros y se le niega todo tipo de ayuda, como créditos, dinero, alimentos, semillas, herramientas y maquinarias, aseguran. La persona expulsada del grupo no puede asistir al velatorio y al sepelio de sus seres queridos, entre otros castigos, señalan.
Los denunciantes comentaron que se hicieron denuncias de casos de torturas a jóvenes de la colonia ante la Fiscalía y la Policía.
“En concreto, denuncio que los jefes de la colonia de Nueva Durango y las autoridades religiosas de la misma cometen los siguientes hechos punibles: violación de los derechos humanos en contra de mi familia, abuso de poder, torturas psicológicas, discriminación social”, dijo Gerardo Harams Bergen.
Comentaron que más de 20 familias fueron expulsadas de la religión y formaron otra iglesia, perdiendo sus privilegios. Los expulsados son considerados seguidores de satanás y que viven en el infierno, indicaron.