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La ministra informó por escrito al canciller José Félix Fernández Estigarribia que viajó a Buenos Aires (Argentina) para asistir a la segunda reunión de Grupos de Expertos sobre Reglas Mínimas para el Tratamiento de Reclusos, que se realizó del 11 al 13 de diciembre. Relató que grande fue su sorpresa cuando, al solicitar su acreditación, le hicieron pasar a una pequeña sala contigua separada del gran salón donde se realizaba la reunión de ministros de todos los estados miembros de la ONU.
Dijo que un funcionario que se identificó como director de Gabinete del Ministerio de Justicia de la Argentina se presentó luego de varios minutos y le explicó que “a raíz de lo sucedido en el Paraguay y que resulta de público conocimiento en el espacio del Mercosur y Unasur” no se le iba a permitir el ingreso a la reunión. Evidentemente, se refirió a la sanción que recibió el Paraguay de estos dos bloques tras la destitución del entonces presidente Fernando Lugo vía juicio político por mal desempeño de funciones, el 22 de junio pasado.
“Este señor (director de gabinete) me aclaró que aunque la ONU era la organizadora, el Ministerio de Justicia de la República Argentina era el coorganizador del evento y que lamentaba la situación pues ya habían advertido a Naciones Unidas de que no debía invitarse al Paraguay”, añadió.
La ministra dijo que se comunicó telefónicamente a Asunción y, gracias a la intervención del vicecanciller Antonio Rivas Palacios y el coordinador residente de NN.UU. en el Paraguay, Lorenzo Jiménez de Luis, finalmente pudo ingresar al encuentro mundial. “Fueron largos e interminables los minutos en que me mantuvieron alejada”, señaló.
Otra reunión en Brasil
La ministra de Justicia y Trabajo, María Lorena Segovia Azucas, advirtió también a la Cancillería que Paraguay puede sufrir otro trato similar a lo ocurrido en Argentina a mediados de diciembre pasado, porque el siguiente anfitrión es Brasil.
Sugirió al canciller José Félix Fernández Estigarribia que plantee a las Naciones Unidas que los funcionarios designados para resolver este tipo de inconvenientes no sean los del país anfitrión sino que se delegue esta atribución a representantes del citado organismo internacional.