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Agregó que además se debe requerir la aceptación textual de la patente ilegitimidad de la presencia de Venezuela en el bloque, seguida de las consiguientes resoluciones que anulen ambas providencias.
“En simultáneo, será muy oportuno que se confeccione de inmediato un catálogo de imprescindibles resarcimientos complementarios que se adosará a los requisitos medulares, de modo que si se diere un acercamiento responsable de los consocios, las conversaciones se verifiquen en un marco de transparencia”, acotó.
Significó que de esta manera se evitarán las ambigüedades. Cada sector deberá exhibir públicamente sus cartas “sin tramposos ases ocultos, que garanticen la fluidez y el tono comprometido del diálogo, y, por sobre todo, la honestidad de intenciones”.
Para González Núñez, el repentino interés de Brasil en conversar sobre el reingreso de Paraguay al Mercosur responde más que nada a que el vecino país estaría ya a estas alturas vislumbrando que los intereses y expectativas políticas y económicas para su nación en la escena mundial podrían sufrir considerables menoscabos, particularmente en lo atinente a su largamente acariciada pretensión de ocupar un asiento en el poderoso Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU).
Agregó que a esto se debe sumar la renuencia actual de las máximas autoridades de la Unión Europea (UE) por reanudar las tratativas formales de cara a concertar un acuerdo bilateral con su homólogo del Mercosur, donde la producción brasileña es la más perjudicada. “Por esto buscan lavarse el pérfido rostro, minimizando sus desmanes y ofertando solapadamente oficiosos desagravios que en la manera en que están esbozados (la bienvenida incondicional a Venezuela) que no recompensan ni en minúsculas proporciones el despojo perpetrado a nuestra República”.