Debates, solo con contraparte

El ministro de Educación, Enrique Riera, expresó que se rió “con 12 horas de demora”, mientras estaba en Taiwán, luego de la polémica generada en torno a la orden dictada por la institución, de supervisar y luego aprobar las charlas en los colegios.

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“Yo me reí allá con 12 horas de demora por la distancia cuando vi el escándalo”, dijo, y antes manifestó que “lo único que pedimos nosotros es pluralidad, o sea que se escuchen todas las campanas, si es que hacemos un debate donde va a ir Trovato, tiene que ir Zapag y que después la gente saque sus propias conclusiones”.

En otro momento, Riera expresó que la disposición dictada por la viceministra de Educación, María del Carmen Giménez, no es una resolución sino más bien una “orientación pedagógica”, explicando con esos argumentos que no está prohibido realizar charlas en los colegios.

“Se armó una tormenta en un vaso de agua, innecesariamente”, insistió el ministro, al tiempo de sostener que la ocasión puede ser aprovechada para debatir que es lo más conveniente que los estudiantes escuchen.

Defendió que las charlas sean informadas con anticipación al MEC.

Un accidente

Respecto a la invitación cursada por alumnos del Colegio Técnico Nacional a la periodista Menchi Barriocanal y que posteriormente derivó en la “orden” de informar al MEC antes, expresó que se trató de un accidente.

“El caso de Menchi (Barriocanal) fue un accidente, pero, a lo mejor, si fuera un grupo de gente a hablar de la situación jurídica de (Stiben) Patrón, entonces tendrían que ir quienes están a favor y quienes están en contra. Por qué no se le invita al fiscal a preguntarle de qué se le acusa”, dijo.

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