Cargando...
Escribano de profesión, el actual vicepresidente de la Cámara de Senadores, Jorge Antonio Oviedo Matto, se convirtió en un terrateniente, dueño de 15.000 hectáreas en el Chaco, después de ingresar a la política de la mano del Partido Unace.
Gracias a la ayuda del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), en el 2006, el senador erigió una estancia en una propiedad de 4.000 hectáreas en Mariscal Estigarribia, tierra que era para beneficiarios de la reforma agraria, es decir sin tierra.
En el 2010, Oviedo Matto conformó la firma Agroganadera e Inmobiliaria Sofía Juliana SA y ubicó como socios a su esposa Paola Karina Torales (sin registros laborales), a su padre Lidio Oviedo Moreno y al excontralor de la República, Óscar Rubén Velázquez.
La sociedad se constituyó con un capital de G. 700 millones y es la que administra las tierras del Chaco. El año pasado, la firma adquirió cerca de 11.000 hectáreas colindantes a la estancia por unos US$ 250 mil, unos G. 1.375 millones.
Al ser consultado, ¿de dónde sacó la plata? Oviedo Matto respondió: “Del dinero que me dieron de la sociedad El Algarrobal SA, donde yo tenía el 50% de las acciones, cuando me retiré en el 2011 me dieron US$ 700.000. El capital salió de esta sociedad, de mis trabajos de escribanía y mi sueldo de senador”. El algarrobal se creó junto con el coronel retirado Rafael Maidana Kunzle en julio del 2002 con un capital de G. 300 millones.
“Toda la vida mi papá trabajó bien. No somos familia millonaria pero siempre estuvimos bien. Ya me movía en camioneta cero km en el colegio”, añadió el senador. El padre del senador era un comerciante que fungió de empresario y apareció como accionista en la firma San Agustín SA, que sobrefacturó tierras que vendió al Indert.
Una gigantesca residencia asentada sobre dos terrenos, tractores y maquinarias, lujoso vehículo forman parte de los bienes que posee el senador Oviedo Matto.
Socio consiguió puesto al suegro
El excontralor de la República, Óscar Rubén Velázquez Gadea, socio del senador Oviedo Matto en la firma Agroganadera e Inmobiliaria Sofía Juliana SA, le consiguió un cargo a César Raúl Torales Cáceres, suegro del parlamentario.
Torales se ubicó como auditor en la Contraloría. Sin embargo, el señor apenas tenía estudios de secundaria pero figuraba en planilla como un profesional que realizaba evaluaciones administrativas.
Según las normativas de la institución, un auditor, dependiendo del área que va a evaluar, debe ser egresado de la carrera de Ciencias Contables, abogado, economista, agrónomo, ingeniero, arquitecto. Exige nivel universitario.
El caso de Torales apareció al estallar el escándalo de la secretaria “vip” del excontralor, Paola Duarte, exfuncionaria de la institución que “trabajaba” 27 horas al día.
Después del trascendido, cambió el perfil del suegro en la nómina publicada en el portal de la Contraloría.
Ahora Torales aparece como “técnico” y su sueldo es de G. 4,3 millones, según la nómina de funcionarios publicados en el portal de la institución.