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Una acelerada y millonaria inversión realizó el presidente de la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar), Javier Rodrigo Balbuena, al ubicarse en el cargo de la mano del Gobierno del Nuevo Rumbo. Transformó su casita del barrio Mburucuyá en una lujosa residencia de 400 m2, en menos de seis meses.
Los entendidos en el rubro inmobiliario estiman como mínimo una inversión de US$ 250.000 en la construcción que estrenó Balbuena luego de ser presidente de la Conajzar.
Según el extracto del Ministerio de Hacienda, el presidente de la Conajzar cobró G. 790 millones desde que asumió el cargo hasta diciembre del 2016. La inversión solo en la mejora de su casa representa unos G. 1.375 millones.
¿De dónde sacó la plata?, le preguntamos y Balbuena nos respondió: “la plata que se utilizó para pagar estaba depositada en el Banco Itaú, una cuenta antigua mía. La plata que se utilizó para la construcción de la casa yo la tenía mucho antes de ingresar como funcionario de este Gobierno”.
Sin embargo, sus declaraciones oficiales revelan que al momento de asumir el cargo disponía de G. 70 millones en su cuenta N° 80019224 de Itaú.
El alto funcionario cayó en varias contradicciones. Primero dijo que se mudó a la casa en marzo de este año, después confirmó que inauguró la residencia en el 2014. Sus propios posteos en Facebook de acontecimientos familiares, con amigos, imágenes en diversas circunstancias de los años 2014, 2015, echan por tierra su argumento de que recién en 2017 ocupó la casa.
Se confirma lo que nos dijeron en el barrio, que el alto funcionario estrenó una cotizada residencia en tiempo récord. Además de la millonaria inversión, Balbuena lleva un alto nivel de vida, entre acontecimientos sociales, compra lujos, terrenos, etc. En diciembre último se hizo poseedor de una camioneta 0 km de US$ 50.000.
La esposa de Balbuena, Lilian Carolina Zimmermann, también es funcionaria estatal. Actualmente es jefa de logística internacional en el Ministerio de Salud y su ingreso gira en torno a los G. 10 millones.