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Para tener una idea acerca de cuánto dinero cobraron los delincuentes a las familias de sus víctimas, es un monto tan alto que un empleado bien remunerado, que ganara al menos cinco millones de guaraníes cada mes, tendría que trabajar por 345 años de seguido para reunir lo mismo que el EPP juntó con 12 secuestros, que a su vez se produjeron en los últimos 17 años.
De los 25.450.000 dólares que la banda armada exigió inicialmente a las familias de quienes tuvo en cautiverio, los criminales capitalizaron el 14% de dicho monto, ya que luego de bajar sus pretensiones en casi todos los hechos recibieron 3.730.000 dólares.
De los casi 25 millones de dólares que pidieron y los casi 4 millones de dólares que cobraron los malvivientes, la Policía recuperó hasta hoy día solamente 433.500 dólares, lo que representa solo el 11% del total de lo que recibieron los delincuentes norteños.
En este caso, incluso hay que hacer una precisión, ya que Luis Lindstron (secuestrado en 2008 y asesinado en 2013) había recuperado 28.000 dólares de los 130.000 dólares que se pagaron por su liberación. Sin embargo, el mismo (exintendente de Tacuatí) devolvió dicho monto al EPP a los dos minutos de que la Fiscalía le entregara el dinero en Asunción.
Fue porque el EPP ya sabía que Lindstron iba a recibir ese monto de parte de los investigadores y, entonces, los criminales enviaron a la capital del país al ahora prófugo José Villalba (hermano de la condenada Carmen y de los prófugos Liliana y Osvaldo), quien retiró otra vez el efectivo.
FTC
Por otra parte, la FTC gasta un promedio de 1 millón de dólares por mes en su movilización en el norte de la región Oriental en busca de los miembros del EPP.