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El comisario explicó en cambio que sí ordenó al suboficial que diligenciara a través de la división Combustible, a cargo del oficial inspector Richard Fernández, la activación de seis tarjetas libres que autorizó el comandante Francisco Alvarenga.
Mendoza señaló que el oficial Fernández es el único autorizado para pedir las 3.400 tarjetas que tiene ahora mismo la institución y que el suboficial Osorio, además de violar los conductos correspondientes, también se extralimitó en sus funciones al pedir de manera unilateral la activación de los plásticos, utilizando incluso el correo oficial de la tesorería.
Mendoza también recordó que al cabo de una semana y después de varios reclamos, Osorio le entregó finalmente las seis tarjetas. Cuatro de ellas fueron entregadas bajo acta a personal debidamente identificado y dos plásticos quedaron en poder del oficial Fernández, de la división Combustible.
El comisario argumentó que días después de recibir las seis tarjetas, se enteró ocasionalmente que un personal de su oficina, Éver Gómez, traía otras 50 tarjetas más de Petropar. Sobre este punto, Osorio inicialmente le dijo a Mendoza que no correspondían a su oficina y después argumentó que podría tratarse de un error de Petropar, conforme al relato del oficial superior.
“Ante esta situación, le llamé a la jefa de Cuentas Corporativas de Petropar, Vanesa Iribas, quien me confirmó que había un pedido hecho desde mi tesorería y con una media firma sobre mi nombre, que después comprobé se trataba de la firma del suboficial Osorio”, relató Juan Mendoza.
“Inmediatamente desautoricé su uso y dejé esas 50 tarjetas en mi caja fuerte, de donde desaparecieron. El otro que tenía la llave era Osorio”, añadió.
Según Mendoza, al reclamarle a Osorio sobre la desaparición de las 50 tarjetas, el suboficial le contestó que él las había devuelto en la tarde del 30 de abril a la funcionaria de Petropar Vanesa Iribas, quien por su parte negó haber recibido los plásticos. Al pedir a Petropar los datos sobre las tarjetas de la Policía, Mendoza se enteró de que se pidieron en total 186, todas ellas con un registro de operaciones recientes.
Mendoza presentó ante el comandante al suboficial Osorio, quien habría admitido haber hecho el pedido unilateralmente.
El comisario ofreció como testigos a la funcionaria Iribas de Petropar, quien después dijo al oficial inspector Fernández que Osorio apuraba el pedido de tarjetas supuestamente por orden del comandante. El comisario general Alvarenga jamás autorizó más de las seis tarjetas, señaló Mendoza. “Todo el personal de la división Combustible también puede certificar mi versión”, dijo.