Clínicas pagó US$ 1.000 de más por cada cama que adquirió

La Facultad de Ciencias Médicas, que tiene a su cargo el Hospital de Clínicas, cuyo decano es Aníbal Peris, pagó un total de G. 4.950.000.000 a la firma Imese SA de Emigdio Elizaur Alfonso, por la provisión de 200 camas eléctricas, es decir, G. 24.750.000 cada una.

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Sin embargo, en la licitación pública la mejor oferta presentó la firma Solumedic, de Liz Adolfina Chamorro Ferreira, con G. 4.190.000.000, es decir, a G. 20.950.000 por cada cama.

Pero la firma que presentó la oferta más conveniente fue descalificada con el argumento de que la certificación que presentó no era de la empresa certificadora que exigía el pliego de bases y condiciones.

La firma presentó la protesta ante la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) y reclama la adjudicación por haber presentado la oferta más baja.

El 22 de setiembre pasado se dio a conocer el informe del comité evaluador en el que decide adjudicar a la empresa Imese SA. A juzgar por los montos ofertados, el Hospital de Clínicas decidió pagar G. 24.950.000 por cada cama antes que G. 20.950.000, es decir, casi US$ 1.000 de más por cada mueble, lo que representa unos US$ 200.000 que se pudieron haber ahorrado.

El abogado Hermann Schuchardt, representante legal de Solumedic, señala en su escrito que el haber descalificado a su cliente por no haber presentado una certificación de una firma certificadora, cuando que el producto ofrecido ya está certificado por una empresa incluso de mayor prestigio que la exigida por la convocante, se está limitando la libre concurrencia e igualdad de oportunidad para ofertar en la presente licitación.

Agrega que resulta llamativo que la convocante no haya realizado un análisis detallado y exhaustivo de la oferta de Imese con respecto al producto ofrecido por la firma, cuando que el producto de Solumedic cumplía sustancialmente con todas las características solicitadas en el pliego, por lo que no se conoce el producto ofertado por Imese y tampoco si cumple técnicamente con los requisitos.

Lo único que se conoce es que la marca ofertada por la firma adjudicada es Hill Rom, pero se desconoce el modelo de la misma. “Es como que se haya ofertado un Mercedes, pero no se conoce qué modelo es”, dijo el abogado.

El contrato fue firmado cuando existe una protesta en curso. ¿Qué pasa si corre la protesta del oferente que lanzó un mejor precio y Contrataciones decide anular el contrato?
El otro punto sospechoso es que la firma entregó las 200 camas tan solo una semana después de la firma del contrato. ¿Cómo es que importó desde México en menos de ocho días? ¿O ya sabía que sería adjudicada?

jtorres@abc.com.py

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