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Una semana después de que un grupo de 52 diputados blindara a su colega y burlara la indignación de la ciudadanía, el diputado condenado José María Ibáñez (ANR, Añetete) dio un paso al costado presionado por la ola de escraches ciudadanos en su contra y a sus cómplices. El titular de la Cámara, Miguel Cuevas (Añetete), bastante nervioso y con la voz quebrada, fue el encargado de hacer pública la renuncia y de leer un comunicado.
Desde las 18:00 se congregó una multitud en las plazas ubicadas frente al Congreso para festejar la decisión, pero también para advertir a los demás legisladores procesados que buscan su impunidad que deben abandonar sus bancas: los imputados senadores Óscar González Daher (cartista) y Jorge Oviedo Matto (Unace), el senador acusado Víctor Bogado (cartista); los diputados imputados Carlos Núñez Salinas (samanieguista), Carlos Portillo (liberal efrainista), Tomás Rivas (cartista), entre otros.
Su renuncia
Ibáñez presentó su renuncia indeclinable al cargo de diputado ayer a la tarde antes del inicio de la movilización y argumentó que lo hizo “luego de una serena reflexión con los líderes de diversas bancadas y colegas de distintos sectores políticos, hemos llegado a la conclusión, que por la paz de la República y la convivencia pacífica de nuestro pueblo, están por encima de cualquier propósito y merece todo tipo de renunciamiento”, señaló en su nota. Antes de que se haga pública la renuncia de Ibáñez, este se encontraba reunido con varios diputados en el despacho de Cuevas y según este último, fueron los que le solicitaron que renuncie. También trascendió que fue un pedido del presidente electo Mario Abdo Benítez. La dimisión de Ibáñez no afectó la convocatoria de los universitarios a la marcha.