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Tras la reciente asamblea de la OEA celebrada en Cochabamba, Bolivia, el titular de la CIDH defendió la vigencia y la importancia del sistema interamericano para garantizar la vigencia de los derechos humanos para los habitantes del continente y las generaciones venideras. Es el resultado de más de 50 años de construcción, evolución y perfeccionamiento, apuntó.
“Se trata de las garantías regionales y los mecanismos eficaces para que ninguna persona en las Américas se sienta desamparada de sus derechos más esenciales; para que los Estados -a través de sus gobiernos de hoy y los del futuro -, se vean obligados a respetar esos valores que, en ejercicio de su soberanía, un día acogieron y se comprometieron internacionalmente a salvaguardar”, manifestó.
Indicó que la experiencia del sistema interamericano es reconocida como una de las más exitosas en el mundo y constituye la última esperanza para millones de personas en la región ante eventuales insuficiencias o ineficacias de los mecanismos internos de protección contra la injusticia o la arbitrariedad.
Destacó que la autonomía e independencia de la Comisión son la fuente de su credibilidad y requisito imprescindible de su eficacia. Al respecto, Orozco señaló que la Comisión Interamericana emprendió una “reflexión profunda, plural, técnica y diligente” sobre las recomendaciones del Grupo de Trabajo del Consejo Permanente, y anunció que la CIDH continuará impulsando foros regionales y subregionales a fin de “tener en cuenta las perspectivas de todos los usuarios del sistema para la eventual reforma a su reglamento y prácticas institucionales”.