Célula del EPP que atacó blindado tendría secuestrado al suboficial

La Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) atribuye el último ataque a tiros a un vehículo táctico blindado a la célula del EPP, comandada por los hermanos Albino Ramón Jara Larrea (23) y Alfredo Jara Larrea (22). El grupo aparentemente sería el mismo que mantiene secuestrado al policía Edelio Morínigo Florenciano (25).

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La célula del grupo terrorista Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) que atacó a balazos el domingo de tarde el vehículo táctico blindado Nº 1 de la Policía Nacional, en el predio de la estancia “La Novia”, ya estaba cercada desde hace varias semanas, cuando la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), prácticamente, sitió los asentamientos Núcleo 2, 3, 4, 5, 6 y 7 de la localidad de Arroyito, considerados principales bastiones de la banda armada.

Con esta nueva aparición, que afortunadamente no arrojó heridos, los policías y militares señalaron que los delincuentes se desplazaron al otro lado de la Ruta V, donde ya se habían reportado otros golpes, como el del 1 de mayo de 2013, cuando atacaron el retiro “San Gerardo” de la misma hacienda “La Novia”, cuya sede central se encuentra ubicada en el kilómetro 73.

Esta facción del EPP, además de los Jara Larrea, está integrada por Rudy Ruiz Sosa, Luciano Argüello, Silverio Acosta Zacarías, Rubén Darío López Fernandes y Marcos Ramón Ojeda Jiménez, aunque se cree que captaron nuevos simpatizantes luego del último secuestro exprés de un ganadero, que perpetraron a finales de junio en Yby Yaú.

De acuerdo con los datos, este grupo sería el que mantiene secuestrado desde hace 24 días al suboficial 2º Edelio Morínigo Florenciano (25), cuya vivienda se halla en la misma zona del tiroteo que afectó al móvil, que estaba cargado con 12 tiradores y un civil que hacía de guía, según los datos suministrados.

Hasta anoche, la FTC seguía desplegando un rastrillaje en el perímetro, para tratar de localizar el campamento donde podrían haberse refugiado los criminales.

La zona, donde se ocultaron los miembros del EPP, está muy próxima a Hugua Ñandu y Paso Barreto, escenarios de otros tantos ataques de la banda armada, como el secuestro del ganadero Fidel Santiago Zavala Serrati, perpetrado entre el 2009 y 2010.

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