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La conmemoración a los soldados caídos durante el golpe del 2 y 3 de febrero de 1989 se llevó a cabo ayer en el salón Comuneros, en la sede del Congreso. El evento fue organizado por la Asociación de excombatientes que buscan una indemnización por parte del Gobierno. Ningún legislador o representante del Poder Ejecutivo estuvo presente.
Víctor Raúl Colmán, presidente de la citada organización, destacó que acompañan la felicidad de vivir 30 años en un país en que rigen la libertad y la democracia, aunque, a su criterio, actualmente estas se valoran muy poco.
Recalcó que en tres décadas siguen vigentes las libertades, aunque considera que aún “faltan muchas cosas” para que la ciudadanía disfrute de una verdadera democracia.
Recalcó que incluso la libertad de reunirse y que puedan expresar sus ideas en el Parlamento es un logro de la gesta revolucionaria. Igualmente, sostuvo que todos los congresistas ocuparon su banca gracias a elecciones libres y transparentes que surgieron tras lo ocurrido en la noche del golpe. “Nuestro sistema político se cimenta en esa noche”, recalcó.
En un mensaje a los jóvenes nacidos después de la dictadura, recalcó la importancia de este sector cada vez que el Paraguay lo necesita, desde la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) o la Guerra del Chaco (1932- 1935). Recordó que en la noche de la gesta democrática de 1989 él contaba con apenas 17 años, mientras otros tenían 14 y 15 años. Urgió por ello a los jóvenes a involucrarse en la vida política del país.
En su discurso ante los presentes, Víctor Raúl Colmán señaló que fueron unos 2.000 los soldados involucrados en ambos bandos en la noche del golpe.
Indicó que los vieron derramar su sangre para luego pasar a ser totalmente olvidados por las autoridades y vivir en la pobreza.
Numerosos asistentes no pudieron ingresar al evento por falta de espacio. Acudieron también excombatientes víctimas oriundos de Cnel. Oviedo y Alto Paraná. Posteriormente, durante el acto de conmemoración, el periodista e historiador Roberto Paredes presentó ante los asistentes su libro “Por qué derrocaron a Stroessner”.
Abdo Benítez vetó millonaria indemnización
El 24 de setiembre último, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, vetó la ley de indemnizaciones a los excombatientes del golpe del 2 y 3 de febrero de 1989. La norma había sido sancionada por el Congreso, pero el Ministerio de Hacienda argumentó que la lista de beneficiados es extensa y el costo sería muy elevado.
La ley establecía una indemnización de unos G. 243 millones para los herederos directos y de G. 162 millones para los participantes directos. La ley fue archivada con el argumento de que era imprecisa en cuanto a los beneficiarios, que no aclaraba qué unidades fueron las afectadas y no discriminaba entre quienes combatieron de uno y otro bando.