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CIUDAD DEL ESTE (Mariana Ladaga, de nuestra redacción regional). La segunda caravana en pro de la reelección presidencial, esta vez realizada en esta comunidad, terminó con un acto donde había gente “arreada”, en la Plaza La Paz. Los hermanos Javier y Justo Zacarías, la intendenta Sandra McLeod, la senadora Lilian Samaniego y el diputado Alliana encabezaron la marcha vehicular, que generó muchos inconvenientes en el tráfico en hora pico.
En la ocasión, Alliana, como orador central, dijo que lo único que quieren es la enmienda para “dar al pueblo” la oportunidad, a través de un referéndum, de aceptar o no la figura de la reelección. Argumentó que Cartes “merece otra oportunidad” por las obras que realiza y por la “administración honesta” de los recursos del Estado. En un intento de contrapesar el fraude que resultó la campaña de recolección de firmas, Alliana resaltó el valor del acto de apoyo y dijo: “Acá no hay muertos, en la caravana no manejaron muertos”.
Quejas por falta de bus
Muchos ciudadanos se quejaron por la falta de ómnibus del transporte público en la zona porque numerosas unidades fueron alquiladas por los colorados para tras- ladar a sus adherentes. Los buses, con carteles alusivos a la reelección, transportaban a los colorados y dejaron sin servicio a los usuarios.
Un grupo de colorados, entre ellos funcionarios de Itaipú, con pañuelos colorados y remeras con la inscripción “Yo firmé, yo decido”, fue a la pista de aviación de la usina a recibir a Cartes. Las autoridades de la entidad permitieron el ingreso de los cartistas pero no de la prensa. Entre los más fanáticos se mostró Pascual Domínguez Benítez, quien había entrado a la binacional en octubre del 2013 sin concurso y por recomendación de “la madrina” diputada Cristina Villalba con un salario superior a G. 40 millones. Domínguez fue testigo en el asesinato que habría cometido Félix Abente, esposo de la diputada.