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–Justo está en esa zona bastante álgida, donde opera el EPP (Ejército del Pueblo Paraguayo). ¿Es posible terminar con el EPP?
–Con firmeza le puedo asegurar que vamos a darle mucha importancia a la seguridad. Los del EPP son criminales sobre quienes tiene que caer todo el peso de la ley. Hay que juzgarlos como lo que son, como criminales. Hay que tener en cuenta, por otra parte, que esa zona (San Pedro y Concepción) está marcada durante décadas por la ausencia del Estado. La clase política le dio la espalda a esa gente. Vamos a trabajar bastante en la seguridad ciudadana y en la seguridad en el campo. Tenemos que hacer mea culpa por la precariedad en que vive nuestra gente, el estado de abandono...
–¿Es cierto que le pidió a Federico Franco parar las licitaciones?
–Primero, debo agradecer su predisposición para con nosotros. Si es por mí, todo lo que sea licitaciones, nuevas contrataciones, adjudicaciones, habría que parar. Hay cosas que no se pueden parar, como los remedios, pero es necesario saber a cuánto se estaba comprando, a cuanto se va comprar ahora. No tiene por qué ser hermético nada. Tenemos que saber los déficits, las pérdidas. La ciudadanía debe saber en qué se pierde y por qué.
–Su capacidad de negociar se va a poner a prueba con el Mercosur, con Unasur, con Venezuela...
–Debo decir con mucho placer que me llamaron a saludar todos los presidentes. Por la calidez de los contactos, el vocabulario, el estímulo, sentí que hubo muy buena onda. Es cierto que tenemos cosas que arreglar sobre el Estado de derecho, pero cuando hay voluntad, todo se puede. Vamos a poner empeño para que esto se normalice...
–La primera que llamó fue la señora Kirchner...
–Fue la primera llamada. Debo reconocer que le agradecí por algunas cosas positivas, como las relaciones que tenemos con las autoridades de la provincia de Misiones, la ayuda que ofrecen al departamento de Itapúa. Eso va mucho más allá de lo que alguien amable pueda hacer. También nos asesoran en la parte de salud. Es increíble la predisposición que tienen. Yo le agradecí todo eso. Más allá de cualquier problema de desentendimiento, no podemos negar que hay 1.500.000 paraguayos que trabajan en la Argentina, y allá están sobreviviendo y mantienen a sus parientes aquí. La Presidenta fue amable, cariñosa. Tenemos que mirar más allá. En materia de salud, no solo nos ayudan, sino que tienen la predisposición de ayudar más...
–¿Cuál es su visión del Mercosur?
–Tenemos que ser claros. Nosotros salimos por un hecho político, no económico. A mí me desespera cuando la gente habla de salir del Mercosur. Para el que no entienda, le recuerdo que acá tenemos una población económicamente activa que en un 29 o 30% depende del Mercosur. Si nosotros nos vamos del Mercosur, se van a cerrar muchas fábricas. No van a venir las empresas japonesas a invertir, no se va a aprovechar nuestro atractivo, la mano de obra, el costo con respecto al tiempo. No vamos a solucionar el problema de empleo, y ellos se van a buscar otro lugar dónde invertir. Sin el Mercosur, nos quedamos con nuestros trabajadores en la calle.
–¿Cuál es su idea para negociar Itaipú?
–Tenemos algo muy preciado que es nuestra energía. La tenemos en forma abundante y debemos poder utilizarla. Es una bendición, algo que no tienen otros países. Tenemos mano de obra que busca tener una oportunidad. Los paraguayos no queremos limosnas. Pero también tenemos que estar preparados, capacitados para cuando lleguen las industrias. Yo soy muy optimista. La energía será una gran herramienta para impulsar nuestro progreso...
–Pero, ¿al Paraguay no le hace falta una voz fuerte para negociar mejores precios en Itaipú, en Yacyretá, no ser más complacientes con las migajas? Estamos sentados sobre un cofre de oro sin abrir...
–Ese fue el discurso de mi campaña. Paraguay, a diferencia de otros países, está sentado sobre diamantes, sobre oro. La solución está en saber usar lo que tenemos. Usar nuestra energía no es ni mucho menos ir en detrimento de los intereses de las industrias de São Paulo. Es cuestión también de conversar con ellos, y que vengan a instalarse aquí para dar trabajo a nuestros jóvenes. Además de vida digna, nos va a traer seguridad, salud, educación...
–¿Usted alienta una conferencia para poner en la mesa todos estos asuntos que se desordenaron al romper lanzas con los gobernantes del Mercosur?
–Paraguay no va a pedir limosnas, como le dije. Nosotros tenemos que darnos cuenta del potencial que tenemos. Tenemos que despertarnos. El país está ahí...
–Este impasse también sirvió para que Paraguay busque nuevos aliados. ¿La Alianza del Pacífico es factible?
–Claro. Vamos a profundizar nuestras relaciones con ellos. Es un mercado de cuatro mil millones de personas. Lo dije reiteradamente. Por eso pedimos respetar el estado de derecho. A nosotros nos interesan todos los mercados. Las fronteras cayeron. Somos un Estado productor, y no tengo dudas de que en un futuro próximo, con capacitación, podemos enfrentar el desafío de la industria. Nos falta la combinación oportunidad y mercado. Tenemos espacio. Necesitamos mercado.
–Un político uruguayo dijo que Unasur es un cenicero en la moto. ¿Cuál es su opinión?
–Yo prefiero mirar en positivo. Primero, hay que hablar. Nosotros producimos cosas que a ellos les faltan. Ellos producen cosas que a nosotros nos faltan, los derivados del petróleo. La complementación nos va a traer más beneficios que la confrontación. Qué es lo único que tenemos que hacer: respetar a los demás y que nos respeten a nosotros.
–¿Se puede decir que a Cartes no le interesan tanto los foros políticos? Últimamente, hay más pulseada ideológica que raciocinio...
–A mí me interesan los resultados tangibles, concretos, que nos puedan beneficiar. Me interesa menos hablar de literatura política. Me gusta discutir sobre cuestiones que arrojen resultados. Cuanto menos ruido hagamos y más resultados tengamos, quiere decir que estaremos yendo por el buen camino...
–¿Es posible una asociación de libre comercio con Estados Unidos? ¿Cómo están sus relaciones con Estados Unidos?
–Agradezco la deferencia del embajador que me llamó inmediatamente, así como de la encargada del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental. Pero yo pienso que necesitamos primero resolver los asuntos que tenemos pendientes en el barrio (en el Mercosur). A este barrio pertenecemos y no nos podemos mudar, entonces tenemos que resolver primero nuestros asuntos entre vecinos...
–¿Qué va a hacer con China? Los anteriores presidentes insinuaron establecer relaciones, pero se quedaron con Taiwán...
–No. Nosotros debemos respetar a Taiwán. Taiwán y China tienen acuerdos. China hoy día está presente en nuestro país, que está invadido por sus mercaderías. Inclusive se nutre de nuestra producción agrícola. Es conocida la colaboración que presta Taiwán a nuestro país. Lo que queremos es que nos siga ayudando en educación, nos ayude a mejorar nuestra producción y a buscar y conseguir mercados, que nos digan qué podemos producir para mercados ciertos. Me interesa ese tipo de asistencias concretas que vayan directamente a nuestra gente.
–¿Usted va a promover ante el Congreso el ingreso de Venezuela al Mercosur?
–A mí me llamó el presidente de Venezuela (Nicolás Maduro). No salió de lo protocolar, pero en ese clima de felicitación uno siente esa buena onda. El clima está bueno. A partir de ahora, estoy seguro de que vamos a analizar...
–Ahí va a tener que tomar posiciones, porque en Venezuela hay un conflicto por el poder, el opositor Capriles no reconoce la victoria de Maduro...
–No. Los paraguayos nos molestamos mucho cuando se entrometieron en nuestros asuntos internos. Mal nosotros podemos entrar a opinar sobre otro país. Lo más que podemos desearles es paz, tranquilidad, y que gane el pueblo venezolano.
–La transición es larga. ¿Va a pedir que gente de su confianza entre a coadministrar con los hombres de Federico Franco?
–Sin duda que vamos a ir poniendo gente de confianza en esta transición. Eso no significa que vamos a entrar a ocupar cargos.
–Siempre hay riesgos. No va a faltar quien se aproveche para cargar sus faltriqueras antes de irse...
–Claro que se pueden aprovechar, pero los que lo hacen van a ser responsables de sus actos. Nosotros no vamos a ser cómplices de lo que ellos hagan. Comentarios hay, de que desaparecen papeles, bienes, pero yo me comprometo a mostrar lo que me entregan. Cuando me comprometo lo hago. Lo hice siempre...
–¿Tiene idea de lo que va a hacer con la reforma judicial para darle seriedad a su gobierno?
–Todos estamos de acuerdo en cortar ese vínculo político judicial que ha hecho muchísimo daño. Si queremos traer inversionistas, tenemos que ser serios. Tenemos que sentarnos los tres poderes a hablar.
–¿Hay que cambiar la Corte?
–Es un poder independiente. Se ha gastado un montón de tiempo en agravios y enfrentamientos. Más que cambiar la Corte, a mí me interesa el cumplimiento de la ley, acabar con la impunidad.
–¿Vamos a ver cambios en el Poder Judicial?
–Dios quiera que termine ese vínculo político con el Poder Judicial. Es un viejo reclamo de la ciudadanía. Hay un círculo vicioso que tiene que terminar...
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