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Las maniobras, que incluyen la movilización de efectivos del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, son parte del plan estratégico de seguridad que vienen implementando los brasileños desde hace cuatro años.
La operación durará 30 días y combina maniobras con operativos reales a lo largo de unos 4.000 km de fronteras. Consiste en una mayor presencia castrense en las zonas fronterizas consideradas críticas, entre ellas las Tres Fronteras.
Las acciones militares consisten en simular un supuesto ataque de fuerzas enemigas o extranjeras, y las fuerzas armadas brasileñas tienen la misión de recuperar el territorio brasileño y ocupar los puntos estratégicos en la frontera, tales como puentes, centrales hidroeléctricas e instituciones públicas y combatir el contrabando y narcotráfico.