Bacigalupo admite que la corrupción le superó

La futura ministra de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Carla Bacigalupo, quien fue ministra de Justicia y había sido destituida por el traslado y los lujos del narco Jarvis Chimenes Pavão, manifestó que Cartes y López Moreira la destituyeron por hacer cumplir una orden judicial y acusó a los directores de cárceles de mantener privilegios y celdas vips a su espalda.

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Bacigalupo fue la primera ministra de la era Cartes en ser destituida. Además es recordada por haberse autoasignado un millonario viático para asistir a un festival espiritual en la India y recientemente fue precandidata a diputada de Capital por Colorado Añetete. También es pariente política de José Ortiz, gerente de Tabesa.

En diálogo con ABC Cardinal 730 AM, rememoró ayer su destitución del Ministerio de Justicia, debido a que decidió cumplir una orden judicial que anulaba la orden del presidente Horacio Cartes de trasladar a Jarvis Chimenes Pavão del penal de Tacumbú a la Agrupación Especializada.

Recordó que explicó la situación a Cartes, pero que el Mandatario no lo aceptó. Poco después recibió una llamada del jefe del Gabinete Civil de la Presidencia, Juan Carlos López Moreira, en que le informaba que quedaba despedida.

“No hubo una desobediencia como quiso instalar a través de sus medios y a través de su ministro que asumió después de mí, Éver Martínez”, dijo.

Bacigalupo sostuvo que durante su administración prohibió los privilegios a los narcos encarcelados, pero admitió que la corrupción penitenciaria la burló.

“En mi gestión prohibimos los espacios privilegiados en cualquier cárcel, pero los directores de cada cárcel son los responsables de los espacios. Una ministra no puede fiscalizar cada una de las 20 cárceles”, indicó.

Expresó que las veces que visitó el penal de Tacumbú, jamás la dejaron ver irregularidad alguna en cuanto a privilegios a internos. “Ese sitio donde estaba Pavão nos decían que era una biblioteca. Dentro del sistema penitenciario hay niveles de corrupción altísimos”, enfatizó. 

También reconoció haberle reclamado una vez a su primo José Ortiz sobre el despido de su marido, Federico Ribeiro, quien trabajaba en Conatel, luego de que ella sea echada del Ministerio de Justicia.

Como futura ministra de Trabajo aboga por intensificar las labores con los sectores que se desenvuelven en la informalidad y no perciben el salario mínimo.

Finalmente, refirió que hay tres grandes grupos vulnerables en cuanto al acceso de empleos: las mujeres, los jóvenes y los adultos y adultos mayores.

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