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Las pesquisas del Ministerio Público y de la Policía Nacional arrojarían nuevos imputados en los próximas horas.
Con mucho hermetismo y un perfil bajo, los investigadores se encuentran en la etapa de procesamiento de datos extraídos de la zona del conflicto que abarca a Curuguaty, Villa Ygatimí e Ypejhú.
No obstante, se pudo saber que se está efectuando el análisis de los documentos y las pruebas periciales, de las computadoras incautadas de la casa del intendente de Ypejhú, Vilmar Acosta Marques, de su oficina en la Comuna y de Pablo Medina, de la redacción regional de ABC en Curuguaty.
El resultado de estos peritajes, que se realizan en el laboratorio forense del Ministerio Público y en la División Criminalística de la Policía Nacional, conduciría a obtener indicios sobre la responsabilidad de otras personas en el crimen ocurrido el pasado jueves en Villa Ygatimí.
El único imputado hasta el momento es Wilson Acosta Marques, hermano del intendente Vilmar “Neneco” Acosta Marques. Lo imputaron por homicidio doloso en grado de autoría debido a que fue identificado como uno de los sicarios.
Sobre él pesa órdenes de captura emitidas por el juez José Benítez y de la fiscalía.
Su hermano Vilmar aún no está imputado debido a que se aguarda el resultado de las pericias para cerrar el círculo. Por ahora, sobre el jefe comunal pesa una orden de captura dictada por la fiscalía.
El Ministerio Público conformó un equipo investigador encabezado por el fiscal adjunto Alejo Vera e integrado por los fiscales Sandra Quiñónez, Néstor Cañete, Christian Roig y Lorenzo Lezcano.
Mientras, la Policía integró otro equipo, encabezado por el director de Apoyo Técnico Críspulo Sotelo, el jefe del departamento Investigación de Delitos Gilberto Fleitas, el responsable de la división Homicidios de esa unidad César Silguero y el titular del departamento Antinarcóticos, Bartolomé Báez López.
La confianza por la resolución de este caso se vio reflejada públicamente por las declaraciones del presidente de la República, Horacio Cartes; las del fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, y del ministro del Interior, Francisco de Vargas, quienes reciben constantes informaciones acerca del avance de las pesquisas.
Pablo Medina, corresponsal de ABC en Curuguaty, fue asesinado de cuatro balazos en un atentado ordenado por narcotraficantes, molestos por sus publicaciones. Su acompañante Antonia Almada también murió durante el cobarde ataque.