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Efraín Alegre (PLRA) y su abogado y candidato a senador N° 2 del PDP Guillermo Duarte anunciaron ayer en conferencia de prensa que exigirán a la Fiscalía que se incluya como prueba el cruce de llamadas entre liberales llanistas, autoridades y supuestos asesores de gobierno. Manifestaron que en esas llamadas se encontraría al responsable de haber ordenado el ilegal atropello a la sede del PLRA en la madrugada del 1 de abril, suceso en que fue asesinado el dirigente juvenil Rodrigo Quintana por un policía uniformado.
Subrayaron que nunca aceptarán la versión oficial que habla de una “persecución de manifestantes” que acabó en el local partidario cuando claramente se ve que se trató de un operativo coordinado.
La conferencia de Alegre y Duarte fue convocada luego de que se demostrara una vez más que el senador Blas Llano (PLRA), principal aliado del presidente Horacio Cartes en su intento de aprobar una reelección inconstitucional vía enmienda, haya hecho y recibido llamadas telefónicas desde Mburuvicha Róga en la noche del 31 de marzo y 1 de abril.
Duarte señaló que la Fiscalía debe investigar qué influencia tienen el gerente de Tabacalera del Este SA, José Ortiz, y el director jurídico de Yacyretá Luis Fernando Canillas sobre las fuerzas policiales.
Ortiz y Portillo
Paralelamente, en la víspera, el abogado de Ciudad del Este Nicolás Russo denunció que la influencia de Ortiz incluso llega entre los efrainistas, como el diputado de Alto Paraná Carlos Portillo. Reveló que el legislador incluso fue abogado de Tabesa y que actualmente se “reparte” el tráfico de influencias en el Juzgado de Ciudad del Este con el precandidato a senador cartista N° 2 Javier Zacarías Irún.
En un contacto posterior con Alegre, consultado sobre las denuncias contra Portillo, dijo que desconocía la denuncia puntual pero exhortó a la Fiscalía a investigar.
“Normal” para Llano
En su descargo, Llano llamó a conferencia de prensa en el Congreso para defenderse del cruce de llamadas que le vinculan con Cartes en la fatídica noche del 31 de marzo. Incluso, el senador liberal Carlos Amarilla había denunciado que recibió una amenaza de Llano esa noche y que le escuchó alcoholizado. Según Llano, habló con Cartes sobre temas familiares y con el fiscal general del Estado Javier Díaz Verón porque su hijo fue amenazado.