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Básicamente, los ministros más el camarista que integró la Corte en reemplazo de Gladys Bareiro (se inhibió), alegaron errores de forma para no estudiar la legalidad o no del cambio de reglamento interno del Senado para flexibilizar el quórum de ese organismo, que tenía como objetivo lograr la media sanción de la enmienda que permita la reelección presidencial.
“En el caso concreto, los impugnantes no indicaron el agravio personal e irreparable que se le genera en su aplicación”, dice el fallo.
Añade: “Los impugnantes se limitaron a decir genérica y vagamente que el dictado del acta normativo cuestionado en las condiciones procedimentales relatada, suprapone objetivamente una vulneración constitucional pero sin señalar específicamente de qué manera la alegada conculcación objetiva del derecho constitucional afecta personalmente” (sic). Un hecho particular fue el que la ministra Peña se había inhibido del caso por amistad con Mario Abdo Benítez y luego resolvió entrar nuevamente en la causa, una situación sin precedente que fue avalada por la Corte.