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El 26 de febrero del 2005, por ejemplo, en Buenos Aires, firmaron el más importante de los acuerdos de ese entonces: acordaron terminar Yacyretá para el 2008. Y allí escupieron la cifra: Unos 650 millones de dólares tomaría terminar Yacyretá e iniciaban inmediatamente obras de accesos viales a Encarnación, la costanera, tratamientos costeros, el hospital regional de dicha ciudad y las obras de protección del valle del arroyo Aguapey, etapa I.
El compromiso firmaron los mismísimos Alderete y De Vido con un acta en la cual informaron que Argentina había entregado US$ 35 millones de dólares en concepto de lo que debía al Paraguay. Ambos ministros aseguraban que en el 2005 se realizarían todas las obras para elevar gradualmente la cota del embalse. Se reportaba una facturación de 325 millones de dólares anuales y ponían plazo a las millonarias obras que iniciarían su construcción. Lo más importante: Ya se hablaba de trabajar los proyectos de Aña Cua y Corpus Christi.
Fideicomiso
De Vido y Alderete crearon un fideicomiso para administrar los fondos del plan de terminación de obras que se estableció que manejaría el Banco Nación o el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE).
Julio de Vido está hoy día preso acusado de corrupción; su nombre es uno de los principales protagonistas en Los Cuadernos de la Coima, registros donde quedaron anotadas entregas millonarias de coimas aportadas por empresarios ligados a Yacyretá, entre otros denunciados. De Vido y Thomas están presos; Alderete es director paraguayo de Itaipú.