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Acosta es prófugo en el caso del homicidio del periodista Pablo Medina y de Antonia Almada. Esto sucede mediante un esquema de complicidad que incluye a autoridades. La información surgió de fuentes del submundo del tráfico de drogas.
Las fuentes indicaron que Vilmar “Neneco” Acosta, su hermano Wilson Acosta Marques y su sobrino Flavio Acosta Riveros estarían ocultos en la frontera entre Capitán Bado (Amambay) y la ciudad brasileña de Cnel. Sapucaia. También aparentemente se desplazan entre Pedro Juan Caballero y la ciudad brasileña de Ponta Porã, se informó.
Para que Acosta permanezca oculto, se elaboró un esquema que tendría la complicidad de agentes policiales, del Ministerio Público y hasta de la Corte Suprema de Justicia. El llamativo traslado al Amambay del subcomisario Aquiles Villalba, como jefe regional Antinarcóticos, sería una parte del plan para seguir dando cobertura al buscado narcopolítico Vilmar Acosta, según nuestra fuente.
Aquiles Villalba es apuntado como “ahijado” de Carlos “Cabrito” Villalba, intendente de La Paloma del Espíritu Santo y hermano de la diputada Cristina Villalba (ANR), quien es señalada como la protectora del clan Acosta.
El subcomisario Villalba cuenta también con el apoyo incondicional del jefe de Investigaciones del departamento del Amambay, comisario Éver Molinas, quien según las fuentes mantendría fluido contacto con varios jefes narcos del departamento del Amambay.
Molinas se ufana de que cuenta con el apoyo directo del comandante de la Policía Nacional, comisario Francisco Alvarenga Núñez, y del propio ministro del Interior, Francisco de Vargas.
Llamativamente, a pesar de los serios cuestionamientos, ambos uniformados son mantenidos en la filas policiales y fueron destinados a Amambay, donde operan los narcos más poderosos.
El esquema de “protección” a Neneco Acosta ya dio sus frutos, pues pese a estar prófugo él habría recibido en Amambay una multimillonaria suma de dinero, producto de la venta de ganado de su propiedad.
Según las mismas fuentes, los policías Aquiles Villalba y Éver Molinas estarían recibiendo fuertes sumas de dinero a fin de dar seguridad e información a Vilmar Acosta para dar tiempo a que se “enfríe” la investigación sobre el asesinato de Medina y Almada, ocurrido el 16 de octubre último.
El clan de Vilmar Acosta es considerado como sumamente peligroso y sanguinario. Apela directamente a eliminar a todos los que puedan significar obstáculos para sus negocios.
Otras fuentes aseguran que el clan Acosta se mueve entre Ypejhú e Itanará. Este último distrito limita con Capitán Bado, por lo que sin inconvenientes se estarían movilizando en la frontera.