La empresaria, propietaria de la cadena de supermercados María Cristina, que tenía medidas sustitutivas de prisión, fue declarada rebelde el lunes pasado por el tribunal integrado por los jueces Gustavo Santander, Mesalina Fernández y Elio Ovelar, debido a su inasistencia a su juicio oral y público, por estafa a la Cooperativa Neuland. Ayer, María Cristina Vda. de Pane se presentó ante el tribunal acompañada de su hija Cynthia Pane y el novio de esta Rodrigo Blanco, hijo del ministro Sindulfo Blanco.

Ya el día anterior, era notoria la presencia de Rodrigo y su hermano Ramiro, "plantados" en las afueras del referido juzgado.

Pese a la presión que significa la presencia de los hijos de uno de los integrantes de la máxima autoridad judicial, el tribunal decretó ayer la prisión de la empresaria en la Comisaría 12ª, adonde fue trasladada en una camioneta 4x4 marrón, sin polarizado, con insignia de la Corte Suprema de Justicia, reveló un testigo.

Ayer, mientras esperaban la resolución del tribunal, Rodrigo Blanco abandonó sus funciones de "asistente" de su padre para acompañar a su novia y a la madre de esta. Permaneció por horas frente al juzgado de Santander, presidente del tribunal. Incluso estaba un guardia de la Corte.

"La Cooperativa Neuland proveyó carne a los locales de María Cristina Sosa, quien pagó con cheques por G. 592 millones que no pudieron ser cobrados. Nosotros sostenemos que fue una estafa porque comprobamos que, al momento de firmar el contrato, la acusada tenía un capital de G. 7 mil millones y un pasivo de G. 11 mil millones.

El capital integrado era de tan solo G. 100 millones y, en estas condiciones, ella sabía perfectamente que no iba a poder hacer frente al compromiso que asumió al librar los cheques", explicó Almada.