El asesinato ocurrió en la madrugada del domingo aproximadamente a la 00:30. Casi una hora después fue comunicado a la Policía que está a unos 500 metros del lugar. Varias personas se encontraban en el copetín donde ocurrió el homicidio, pero nadie vio ni escuchó nada. Inclusive el propietario del local, Antonio Sánchez, más conocido como ‘‘Tónico’’, cerró su negocio antes de avisar a la Policía lo ocurrido.

Debido a que todo se mantiene en silencio, las circunstancias en que ocurrió el alevoso homicidio no han sido precisas. Según la Policía, Edgar González llegó al lugar donde estaba Salmón Medina. Sin mediar palabras, el homicida disparó contra Medina, quien acusó un balazo en la nuca. Después se agachó, mojó uno de sus dedos con la sangre que manaba del cuerpo de Medina y marcó dos cruces en la pared del copetín.

La Policía local y agentes de Investigaciones de Salto del Guairá tienen a su cargo el caso. Tanto el homicida como la víctima residían en la ciudad de Curuguaty. Pablo Medina, corresponsal de este diario, indicó que no conoce al homicida.
De acuerdo a versiones, la víctima y el homicida tuvieron un antecedente enojoso derivado de un encuentro de fútbol, en el que el fallecido ofició de árbitro y algunas de sus decisiones habían causado el desagrado de González, quien se había alineado como jugador en uno de los equipos.

El fiscal de turno Julio César Yegros no se constituyó en el lugar del hecho. Solo acudió su asistente Basilio Recalde. El cuerpo de Salomón Medina fue llevado hasta la ciudad de Capiibary.