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Es aleccionador escuchar sus declaraciones (ver You Tube), donde desplegó sólidos argumentos sobre la igualdad. “Decir que la mujer, por el hecho de ser mujer es inferior al hombre es un auténtico disparate, pero es lo que dice la Ley”, razona. “La igualdad, igual que la libertad, no se impone, se conquista. La mujer pasó de estar bajo la tutela marital a estar bajo la tutela institucional”. A Serrano lo han atacado sin piedad, obviamente con un acolchonado respaldo; el mismo juez revela que por el tema igualdad de género se tenían invertidos 3.600 millones de euros. “La distribución de recursos no depende de las medidas de protección, ni de las sentencias, sino del número de denuncias”, dice indignado en el programa televisivo del prestigioso periodista Jesús Quintero. ¿Será por eso que nos instan a denunciar hasta el piropo callejero? España tiene hoy un grave problema con las denuncias falsas.
Adoctrinadas hasta la ceguera, ciertas mujeres acusaron a Serrano de machista. “De ninguna manera lo soy. Creo en el auténtico feminismo, el que lucha por la igualdad, no en las que forman parte de una ideología totalmente falsa que va a perjudicar a las mujeres del futuro, a las que por mérito y capacidad han conseguido cotas de igualdad en la sociedad”. Serrano cuenta casos de hombres humillados e indefensos dentro del sistema judicial y jurídico. “Hay muchos suicidios de hombres que lo han perdido todo. Eso es derecho penal de autor, algo solo aplicado por los regímenes del pasado, el stalinismo, el nazismo. Hace 400 años, si una mujer era asesinada por su esposo se decía ‘algo habrá hecho’; hoy, si la mujer mata a su marido se dice ‘seguro que él era un maltratador’. Hemos saltado de un polo al otro. Que quede claro, no defiendo al sinvergüenza ni a la sinvergüenza. Fomentemos la igualdad donde todos salgamos beneficiados”. Cuando hay hijos, Serrano siempre ha hecho prevalecer la tenencia compartida; esto le significó desafiar al enorme poder que, irónicamente llamado ley de igualdad, en caso de divorcio convierte a la mujer en beneficiaria absoluta: casa, hijos y manutención. “Vivimos como en Matrix, nos están trasmitiendo una realidad que no es. Tengo 58 informes a nivel internacional que dicen que la violencia doméstica es bidireccional, no unidireccional. Parece que hemos pasado de la lucha de clases a la lucha de género. Hablemos mejor del género humano, luchemos por la cultura de la paz familiar”. Con coherencia y valentía el juez Francisco Serrano enfrentó a la mole de lo políticamente correcto, “con este enfoque en vez de castigar a los maltratadores, nos perjudican a todos”. “¿Hay muchos jueces como usted?”, preguntó Quintero al final de la entrevista. “Muchísimos, y muchísimas juezas, pero hay mucho miedo. Yo prefiero ser un abogado libre que un juez con miedo. Hemos de ser rebeldes ante la injusticia. Lo mejor de la vocación de juez, difícil pero bonita, es poder dormir con la conciencia tranquila, sobre todo beneficiando a los más débiles, que aquí son los niños, la infancia”.
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