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Por primera vez en la historia universitaria del Paraguay a las personas con alguna discapacidad visual, auditiva o física se les ofrece la posibilidad de estudiar a distancia sin moverse de su casa, a través de internet y plataformas virtuales. La UNA es pionera en este servicio con enfoque hacia la empleabilidad.
Definitivamente la universidad no solo está abierta al universo de los saberes, las ciencias, las letras y las artes, sino que justifica su nombre al incluir entre sus estudiantes el universo humano, incorporando estructuralmente a los que hasta ahora difícilmente podían participar de sus servicios de formación profesional e investigación.
Gracias al trabajo de la Dra. Carmen Varela, que dirige el Cevuna (Centro de Enseñanza Virtual de la UNA), se está llevando adelante el proyecto Esvial (Alfa III) propuesto y financiado por la Comunidad Europea, para investigar y promover la integración en los estudios superiores de las personas con las discapacidades citadas.
El proyecto aprovecha las potencialidades de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para desarrollar currículos y programas que pueden seguir las personas con discapacidad. Eso significa Esvial, Educación Superior Virtual en América Latina, aplicada a estas personas que necesitan apoyo pedagógico, tecnológico y metodológico para integrarse con éxito en los estudios superiores.
Paraguay se está beneficiando de este emprendimiento lanzado en siete países de América Latina (Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay) y tres de Europa (España, Finlandia, Portugal).
El proyecto está en marcha. Tras un año de trabajo se lanzó en la UNA con la presencia del vicerrector de la Universidad de Alcalá de Henares, Dr. José Antonio Gutiérrez de Mena, quien preside el desarrollo de Esvial y disertó sobre “Innovación y nuevas tecnologías de la Universidad de Alcalá de Henares”.
El uso inteligente de las nuevas tecnologías, aplicado al objetivo de la educación inclusiva en todos los niveles, abre inmensas posibilidades para enriquecer el desarrollo intelectual, artístico, literario, humanístico en general y científico con el aporte de quienes hasta ahora estaban prácticamente impedidos de acceder a los niveles superiores de profesionalización e investigación.
Las palabras inspiradas de la doctora Varela y del rector nos confirmaron en esta esperanza. Más aún, cuando pudimos escuchar las emotivas palabras de la representante de la Unión Latinoamericana de Ciegos (ULAC), licenciada Selva Riquelme.
La lección, además de presentar su dimensión científica, pedagógica y didáctica, tuvo también su dimensión emotiva. Estaban activamente presentes algunos con discapacidad en sillas de ruedas, un alumno ciego del primer curso de la carrera de periodismo, el presidente de la Asociación Nacional de Sordos y destacando por su número y participación el coro de la Asociación de Ciegos de Paraguay, que emocionó con su excelente interpretación de la canción “Así canta mi Paraguay”, de Lionel Enrique Jara y Florentín Jiménez, y “Tetãgua Sapukái” de Víctor Montórfano y Félix Pérez Cardozo.
El camino para la inclusión de las personas con discapacidad en la educación superior y expresamente en las universidades está despejado. El libro “Guía metodológica para la implantación de desarrollos curriculares virtuales accesibles”, que el Cevuna ha publicado y entregó gratuitamente es un instrumento para trabajar con calidad.
Cevuna y Esvial ofrecen también gratuitamente y a distancia cursos para la formación de profesores y técnicos que quieran especializarse en educación a distancia para hacer accesibles a los estudiantes con alguna discapacidad física sus respectivos cursos.
Al mismo tiempo, la política social y educativa de la UNA completa este extraordinario servicio, creando un cargo y servicio integrador para la atención de las personas con discapacidad que se incorporen a la universidad, nombrando a la especialista Virginia Codas, ciega de nacimiento, quien ha logrado en Estados Unidos un posgrado de maestría en la especialidad.
En educación, también hay motivos de esperanza.
jmontero@conexio.com.py