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Nicolás Leoz Almirón, nacido en Pirizal, Chaco paraguayo, un 10 de setiembre, de esto hace 82 años, abrazó la causa deportiva con pasión y, junto con sus hermanos, se hizo asiduo "pelotero" incursionando en el fútbol oficial, en el Atlántida, y en el aficionado, en la Liga Oratoriana de Salesianito.
Entregó su corazón deportivo al Libertad "seducido desde mi adolescencia por la fama y la personalidad de Delfín Benítez Cáceres", según confiesa en su autobiografía y reconoce que gracias a su amigo Robert Carísimo "en el año de 1967 pasé de la categoría de hincha a socio" y que de buenas a primeras Nayib Armele "me propuso la vicepresidencia de Libertad", pero no aceptó sino un cargo de vocal, electo en la asamblea del 24 de diciembre de 1967.
Como Armele desistió de presentarse a un nuevo período por problemas de salud, impulsó la candidatura de Nicolás Leoz, quien el 15 de diciembre de 1968 asumió la presidencia del club.
Consolidado como dirigente de su club, Leoz comenzó a proyectarse en la Liga Paraguaya de Fútbol como figura promisoria y avasalladora. Así, postulado por un importante sector de clubes, en 1971, tras dura campaña electoral, llegó a la presidencia de la LPF sucediendo a Juan Antonio Sosa Gautier. Fue, con este y otros presidentes, uno de los que contribuyó notablemente al crecimiento de la Liga, prosiguiendo la construcción del estadio y reacondicionando el espacio debajo de las graderías Norte, para las oficinas de Liga, sitio donde actualmente se encuentra.
Sus dos presidencias de la Liga -de 1971 a 1973, y de 1979 a 1985- fueron marcadas por otras tantas victorias deportivas: Campeón Juvenil, en 1971 y Campeón de América, en 1979.
Su gestión fue rápidamente reconocida por sus pares sudamericanos, que lo elevaron a la vicepresidencia de la Conmebol, en dos períodos, coincidentes con sus presidencias ligueras: de 1972 a 1974 y de 1980 a 1986.
El camino estaba trazado. El 1 de mayo de 1986 Nicolás Leoz Almirón accedía a la presidencia de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Su trayectoria, sus logros y los cambios que impulsaron al fútbol sudamericano, por derroteros de mayores éxitos, son su mejor carta de presentación.
La presidencia de Nicolás Leoz contribuyó a potenciar una muy repetida Copa Libertadores de América, renovándola y creando otras competencias que acrecentaran tomando como ejemplo a la UEFA el nivel de competiciones internacionales a nivel de clubes. Impulsó la creación de campeonatos de selecciones menores, renovó la Copa América, y gestionó importantes retribuciones a selecciones y clubes participantes en los torneos.
Además de la magnifica sede, construyó el Museo del Fútbol, que junto con el imponente Centro de Convenciones, completaron una magnífica obra para bien de fútbol sudamericano.
En su día onomástico, nuestros deseos de sincera felicidad y éxitos crecientes.
Entregó su corazón deportivo al Libertad "seducido desde mi adolescencia por la fama y la personalidad de Delfín Benítez Cáceres", según confiesa en su autobiografía y reconoce que gracias a su amigo Robert Carísimo "en el año de 1967 pasé de la categoría de hincha a socio" y que de buenas a primeras Nayib Armele "me propuso la vicepresidencia de Libertad", pero no aceptó sino un cargo de vocal, electo en la asamblea del 24 de diciembre de 1967.
Como Armele desistió de presentarse a un nuevo período por problemas de salud, impulsó la candidatura de Nicolás Leoz, quien el 15 de diciembre de 1968 asumió la presidencia del club.
Consolidado como dirigente de su club, Leoz comenzó a proyectarse en la Liga Paraguaya de Fútbol como figura promisoria y avasalladora. Así, postulado por un importante sector de clubes, en 1971, tras dura campaña electoral, llegó a la presidencia de la LPF sucediendo a Juan Antonio Sosa Gautier. Fue, con este y otros presidentes, uno de los que contribuyó notablemente al crecimiento de la Liga, prosiguiendo la construcción del estadio y reacondicionando el espacio debajo de las graderías Norte, para las oficinas de Liga, sitio donde actualmente se encuentra.
Sus dos presidencias de la Liga -de 1971 a 1973, y de 1979 a 1985- fueron marcadas por otras tantas victorias deportivas: Campeón Juvenil, en 1971 y Campeón de América, en 1979.
Su gestión fue rápidamente reconocida por sus pares sudamericanos, que lo elevaron a la vicepresidencia de la Conmebol, en dos períodos, coincidentes con sus presidencias ligueras: de 1972 a 1974 y de 1980 a 1986.
El camino estaba trazado. El 1 de mayo de 1986 Nicolás Leoz Almirón accedía a la presidencia de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Su trayectoria, sus logros y los cambios que impulsaron al fútbol sudamericano, por derroteros de mayores éxitos, son su mejor carta de presentación.
La presidencia de Nicolás Leoz contribuyó a potenciar una muy repetida Copa Libertadores de América, renovándola y creando otras competencias que acrecentaran tomando como ejemplo a la UEFA el nivel de competiciones internacionales a nivel de clubes. Impulsó la creación de campeonatos de selecciones menores, renovó la Copa América, y gestionó importantes retribuciones a selecciones y clubes participantes en los torneos.
Además de la magnifica sede, construyó el Museo del Fútbol, que junto con el imponente Centro de Convenciones, completaron una magnífica obra para bien de fútbol sudamericano.
En su día onomástico, nuestros deseos de sincera felicidad y éxitos crecientes.