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O los funcionarios de gobierno son todos inútiles que solo el presidente puede ir a concretar inversiones; o el jefe de Estado agarró viaje pensando quizás que le queda poco tiempo de mandato y quiere disfrutar al máximo de las mieles del poder.
Creo más en esta segunda tesis, pues las noticias que llegan de los “logros” alcanzados durante su periplo no son muy alentadoras. Cuando estaba en Taiwán, con grandilocuencia anunció que estaba en camino uno de los logros del viaje, y citó el envío de paneles solares, que realmente vienen para la exposición de Mariano Roque Alonso. Luego pasó a Corea. La noticia que llegó fue que habrá vuelos directos desde dicho país a Asunción, gracias a su visita; y finalmente aterrizó en la India, donde su actividad más importante fue visitar el Taj Mahal.
Es probable que sea una ingenuidad, pero aún me pregunto para qué tratan de maquillar los viajes de placer del presidente, total, da igual que esté a que no esté en el país. Sus prolongadas ausencias se han tornado rutinarias que ya a nadie incomoda. Es más, ¿será que alguien se dio cuenta de que no está en el país?
No quiero pecar de extremista, pero en estos tres años, no recuerdo haber leído o escuchado de un solo logro, tan solo uno, que haya alcanzado el presidente Lugo mediante su visita a tal o cual país.
Ha ido al menos cuatro veces a la Argentina; y en los últimos tiempos, ese país acogotó tanto a las de por sí ya escuálidas exportaciones paraguayas, al punto de dañar gravemente nuestra economía.
Lugo ha viajado tanto “en busca de inversiones”, pero en contrapartida, un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ubica a Paraguay entre los países de la región con menor captación de inversión extranjera. En el primer semestre del 2011 cayó 31%. Los analistas responsabilizan de esta situación a la inseguridad física y jurídica, la corrupción , la falta de infraestructura y la poca salida de productos con que cuenta el Paraguay debido a las trabas impuestas por los países vecinos.
La única buena noticia que llegó en estos días desde el exterior fue la posibilidad de que Paraguay recupere el mercado para la carne, pero esto mediante contactos realizados por la delegación paraguaya que participa de la octava sesión general de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) que se realizó en Francia, la semana pasada.
Si al presidente Lugo le interesara realmente atraer inversiones, se hubiera quedado a trabajar día y noche para combatir la inseguridad física y jurídica, la corrupción, falta de infraestructura y las continuas trabas a nuestro producto, y dejar que delegaciones de ministros, técnicos y empresarios recorran el mundo para ofrecer Paraguay como destino de inversión. Con visitas al Taj Mahal, nada vamos a lograr.