Cargando...
Hasta el 14 de julio de 1957, la vida de Florencio Amarilla era totalmente normal. Trabajaba y jugaba al fútbol, en Nacional, de cuyo plantel principal era integrante. Aunque algunas páginas de internet dicen que "jugaba de carrilero por la izquierda", en realidad era un auténtico wing tatá que en el lenguaje pelotero paraguayo quiere decir: punzante, veloz, entrador y con un cañón en vez de la pierna izquierda.
Pero, cuando fue llamado a la selección de 1957, dirigida por Aurelio González, Amarilla sabía que salvo un milagro, el que iba a jugar en ese puesto era Genaro Benítez, mejor recordado como "Avión Colí" por su enorme velocidad y endiablada habilidad. De hecho, Benítez jugó de titular toda la campaña previa preparatoria para los partidos frente a Colombia y a Uruguay que clasificarían a un representante sudamericano para el Mundial de Suecia. Y, por supuesto, fue titular en Colombia donde ganamos 3-2 y en Asunción, cuando nos impusimos 3-0.
Pero, aunque "Avión Colí" era dado como número puesto para el crucial encuentro ante Uruguay de la fecha mencionada al principio, algún hado misterioso, la inspiración divina, o un detenido análisis sobre las posibilidades del equipo ante tan calificado rival, indujo al DT alirrojo a alistar a Florencia Amarilla para aquel partido. Y, a fe que acertó, el viejo zorro e inolvidable Maestro. Se mandó tres goles que le valieron la titularidad, a partir de entonces, para el resto de las selecciones en las que actuó.
Fue titular en Suecia, formando la delantera con Agüero, José Parodi, Jorgelino Romero, Cayetano Re y él. Los cinco fueron transferidos al Viejo Mundo. A nuestro Nereo lo contrató el Real Oviedo donde jugó algunas temporadas, pasando luego al Almería, donde recaló, se instaló, fundó una familia y allí vive actualmente con sus hijos, nietos y bisnietos.
Nació el 30 de enero de 1935, en Coronel Bogado, Itapúa, y solo unas pocas veces, a lo largo de todos estos años, visitó nuestro país. Apartado del fútbol por una grave lesión, en 1968, cuando todavía podía dar mucho, encontró que su rostro aindiado entusiasmó a los productores cinematográficos españoles, para actuar ya sea como doble, ya sea como actor secundario o como extra, y encontró en la industria del celuloide un filón que lo explotó, como comentaba en un diario español "hasta que me dio el cuero". Entre los filmes en los que actuó, los mas conocidos son: "100 rifles", "Shalako", "Orgullo de estirpe", "Patton", "Doc", "Hannie Caulder", "Chato el apache", "Agáchate maldito", o "El Cóndor".
El año pasado, el 7 de diciembre, un joven periodista español, Juan Gabriel García presentó un libro, en la feria cultural anual de la mencionada ciudad española, titulado: "Amarilla, el futbolista que quiso ser actor" en el cual reseña la proficua vida de este paraguayo que de la nada, gracias a tres taponazos sensacionales, logró que la nave albirroja desembarcara en su primer mundial europeo.
Y es este hombre el que el domingo 27 de diciembre será homenajeado por la ciudad que lo acogió y en la que dice "aquí me voy a morir". Organizaron un partido de fútbol, en el estadio del Almería CD, a las 11 de la mañana con entradas generales que costarán 5 euros y cuya recaudación será entregada totalmente al viejo crack. La jornada reunirá a las selecciones de fútbol de Levante Norte, Poniente y Almería. Y desde el propio municipio, el concejal de Deportes, hizo un llamado a la comunidad para participar de este homenaje para una persona muy querida en la ciudad. Lo que se dice, una prueba de gratitud y solidaridad, de la que deberíamos aprender todos los deportistas. Especialmente los paraguayos.
Pero, cuando fue llamado a la selección de 1957, dirigida por Aurelio González, Amarilla sabía que salvo un milagro, el que iba a jugar en ese puesto era Genaro Benítez, mejor recordado como "Avión Colí" por su enorme velocidad y endiablada habilidad. De hecho, Benítez jugó de titular toda la campaña previa preparatoria para los partidos frente a Colombia y a Uruguay que clasificarían a un representante sudamericano para el Mundial de Suecia. Y, por supuesto, fue titular en Colombia donde ganamos 3-2 y en Asunción, cuando nos impusimos 3-0.
Pero, aunque "Avión Colí" era dado como número puesto para el crucial encuentro ante Uruguay de la fecha mencionada al principio, algún hado misterioso, la inspiración divina, o un detenido análisis sobre las posibilidades del equipo ante tan calificado rival, indujo al DT alirrojo a alistar a Florencia Amarilla para aquel partido. Y, a fe que acertó, el viejo zorro e inolvidable Maestro. Se mandó tres goles que le valieron la titularidad, a partir de entonces, para el resto de las selecciones en las que actuó.
Fue titular en Suecia, formando la delantera con Agüero, José Parodi, Jorgelino Romero, Cayetano Re y él. Los cinco fueron transferidos al Viejo Mundo. A nuestro Nereo lo contrató el Real Oviedo donde jugó algunas temporadas, pasando luego al Almería, donde recaló, se instaló, fundó una familia y allí vive actualmente con sus hijos, nietos y bisnietos.
Nació el 30 de enero de 1935, en Coronel Bogado, Itapúa, y solo unas pocas veces, a lo largo de todos estos años, visitó nuestro país. Apartado del fútbol por una grave lesión, en 1968, cuando todavía podía dar mucho, encontró que su rostro aindiado entusiasmó a los productores cinematográficos españoles, para actuar ya sea como doble, ya sea como actor secundario o como extra, y encontró en la industria del celuloide un filón que lo explotó, como comentaba en un diario español "hasta que me dio el cuero". Entre los filmes en los que actuó, los mas conocidos son: "100 rifles", "Shalako", "Orgullo de estirpe", "Patton", "Doc", "Hannie Caulder", "Chato el apache", "Agáchate maldito", o "El Cóndor".
El año pasado, el 7 de diciembre, un joven periodista español, Juan Gabriel García presentó un libro, en la feria cultural anual de la mencionada ciudad española, titulado: "Amarilla, el futbolista que quiso ser actor" en el cual reseña la proficua vida de este paraguayo que de la nada, gracias a tres taponazos sensacionales, logró que la nave albirroja desembarcara en su primer mundial europeo.
Y es este hombre el que el domingo 27 de diciembre será homenajeado por la ciudad que lo acogió y en la que dice "aquí me voy a morir". Organizaron un partido de fútbol, en el estadio del Almería CD, a las 11 de la mañana con entradas generales que costarán 5 euros y cuya recaudación será entregada totalmente al viejo crack. La jornada reunirá a las selecciones de fútbol de Levante Norte, Poniente y Almería. Y desde el propio municipio, el concejal de Deportes, hizo un llamado a la comunidad para participar de este homenaje para una persona muy querida en la ciudad. Lo que se dice, una prueba de gratitud y solidaridad, de la que deberíamos aprender todos los deportistas. Especialmente los paraguayos.