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“Buen día! Ya hable con Marinoni (N. de la R.: Pedro Wilson, abogado, esposo de la diputada Cynthia Tarragó). El salmón lo tiene en su granja y esta tarde va a irse a traer y mañana a las once se va junto a vos para cocinar y hablar”, decía el mensaje que Bernardo “Lalo” Villalba envió a “Capilo” el 10 de febrero de 2011 a las 08:31. Un minuto después, el narcotraficante respondía desde su celda en la Agrupación Especializada agradeciendo al exjuez. Esa fue apenas la primera alusión al “salmón”, que se repetiría un par de veces más en audios interceptados en un mes.
Marinoni era en aquel entonces uno de los abogados defensores de Caballero. Lo llamamos a preguntar a qué se referían esos audios: “¿Sabés qué? El tema es… Bernardo te puede aclarar eso porque yo no tengo intención de meterme en este tema, porque yo solamente actué como abogado en ese caso”, fue la primera respuesta que obtuvimos.
Después acotó: “Yo tengo una granja sobre el río Paraguay y un día me llama Bernardo (Villalba) y me pide un salmón porque quería comer Capilo. Entonces yo le dije ‘te traigo mañana’, porque en la granja, frente ahí a Piquete Cue, yo tengo y siempre cae salmón de río, pira pytã le llaman acá. Entonces yo le llevé salmón y le di a Bernardo porque yo nunca me fui a almorzar, me quedé, ni nada por el estilo; mi tema era profesional, netamente profesional”.
Lejos de lo afirmado por el abogado, en el intercambio de mensajes Villalba le había afirmado que el mismo Marinoni le llevaría el pescado para cocinarlo en el lugar y luego comerlo mientras conversaban.
Días después del primer mensaje, el 13 de febrero a las 13:19, Villalba escribió a Capilo para preguntarle: “Mba’eteko? Hay condiciones para que el amigo te visite hoy a las tres? sin anotarse en la guardia?”. Marinoni aseguró que él nunca dejó de registrarse cuando fue a visitar a quien en aquel entonces era su defendido. “Todas las veces que yo me fui siempre registré, yo jamás dejé de registrarme. Ni en Tacumbú, ni… siempre, todas las veces, las veces que yo me iba estaba registrado. Jamás yo eso hice, no tengo por qué ocultar nada. De mi parte yo te estoy hablando, no sé otros colegas”, puntualizó.
El salmón vuelve a ser mencionado 11 días después. Eran las 11:48 del 21 de febrero cuando Villalba le escribió a Caballero: “buen día! en 20 minut llego junto a vos, estoy llevando una porción de salmón”.
Marinoni afirmó desconocer que Capilo contaba con un teléfono. “Yo no tenía acceso a su celular, yo no te puedo permitir porque nunca hablé con él…por teléfono; personalmente yo me iba a hablar, yo no…no tuve comunicación telefónica con Capilo. No tenía acceso a ese número de teléfono”, dijo.
Marinoni explicó que Villalba en realidad nunca trabajó en su estudio jurídico, sino que simplemente coadyuvaron en algunos casos. Según reconoció el abogado, estos casos “no fueron muchos”. “Solamente a Jonathan Wink Soligo y en el caso Capilo, donde yo estaba como abogado y él estaba como abogado de otra personas”, agregó. ¿Y Jarvis Chimenes? “No, no, no, nunca, nunca yo le defendí. Yo no sé Bernardo, pero yo nunca”, respondió.
Pese a su insistencia en que con Capilo lo unía apenas una relación laboral, Marinoni llegó incluso a conseguir que las fotos de la hija del narco aparezcan en una revista. “Marinoni te hace decir si podes hacer traer hoy las fotos de tu hija, porque mañana es el ultimo día para poder incluir en la edición de la revista” (sic), señala el mensaje que Villalba le envió a Caballero el 7 de marzo de 2011. La revista a la que hacía referencia era Zeta. En aquel entonces Cynthia Tarragó, esposa de Marinoni y actual diputada por Asunción, figuraba como directora y propietaria de la citada revista.
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