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Los colombianos no se lo toman a la ligera, sus números espantan: 220.000 muertos, 25.000 desaparecidos y más de 27.000 secuestros. Solo entre 1990 y 1991 llegaron a tener más de 4.000 secuestros al año. Pero empezaron su camino igual que aquí, casi con la misma indiferencia.
Operativo Armagedón. 26 de marzo de 2012. Inteligencia de la Dirección Nacional de la Policía de Colombia se siente orgullosa de uno de los más grandes operativos realizados contra las FARC. Un agente disfrazado de comerciante logró infiltrarse con uno de los proveedores de mercancía a las FARC. Este, entre trago y trago cantó la información que permitió asestar uno de los golpes más duros al grupo armado. Tres meses les tomó el operativo. Cayeron seis dirigentes de frentes de la organización guerrillera y siete subcomandantes que tenían una permanencia de entre 12 y 30 años en las FARC. “Esto no se ha hecho nunca”, dijeron.
¿El secreto? “Hay que crear una inteligencia contra el terrorismo. Ese es el foco”, dice el general Jorge Luis Vargas, director de Inteligencia de la Dirección Nacional de la Policía Colombia (Dipol). Esta dirección es “la niña bonita” de la Dipol y lo mantienen bajo estrictas medidas de seguridad dignas de un film.
Un túnel subterráneo, que comunica los principales edificios de altura a los que se accede solamente bajo estrictas medidas de seguridad, revela tecnología de punta. Una larga vitrina de muro a muro por todo el corredor exhibe aparatos que solo se ven por TV; en un apartado y pulcramente encuadrados unas certificaciones de calidad ISO. Y si es difícil ingresar a los edificios, más difícil es traspasar las barreras para llegar hasta el general. Nos suspendió la entrevista varias veces porque personalmente lideró la captura del cabecilla número 54 de las FARC. “Está en operativos”, decían en cada cancelación.
Para el alto jefe policial, hay pocos, pero importantes secretos en la lucha contra el terrorismo. 1) Los trabajos deben ser coordinados, las autoridades deben articularse en conjunto para el éxito; 2) Tener fiscales especializados y 3) Tener programas especiales en lo social para asistir a la población.
–¿Qué errores cometió Colombia en su lucha contra grupos armados?
–“Tratar aisladamente la problemática, no creer en la inteligencia. La inteligencia es el eje de la lucha contra el terrorismo. También se debe insistir en la judicialización, es un punto clave porque en la lucha se deben evitar abusos de poder para que haya credibilidad en el proceso.
“Otro error que no se debe cometer es no estar preparados en el campo penal. Los episodios que se fueron sucediendo nos obligaron a ir bien preparados a los juicios, la Policía Judicial acompaña todo el proceso.
–¿Qué otro error no debe permitirse?
–Los recursos son muy importantes, hay que invertir en ellos como bienes intangibles, tener la cantidad de gente que se necesite para la lucha. Hay que tener carros, aviones, cursos en el exterior, hay que tener asesores, a eso me refiero. Debe haber plata para pago de información, debe haber recursos sostenibles para la operación de inteligencia, para pagar a la Policía Judicial. Lo otro es que hay que destinar suficiente gente, nada sacamos con que haya un comandante de Policía con mucha voluntad, pero con tres personas bajo su mando.
–¿Ese comandante tiene que tener autoridad para todo? Hemos tenido comandantes que por no tener autorización no dieron órdenes de actuar.
–La burocracia se tiene que acabar. Si hay buena comunicación, nuestros superiores saben lo que estamos haciendo. Una de las cosas que aprendimos es el secreto de información. Las operaciones especiales no hay que llevarlas a reuniones. Y la gente que nos rodea debe ser sometida a polígrafos, yo mismo me someto a eso. Tenemos 9 polígrafos para todo el equipo y cada dos o tres años, nos sometemos.
¿Podría Colombia prestar asistencia nuevamente al Paraguay?, preguntamos al Gral. Vargas. “Si de gobierno a gobierno nos piden la asesoría para indicar cómo les podemos dar nuestras lecciones aprendidas, claro. Lo estamos haciendo con muchos países”, contesta. “Ya lo estamos haciendo en Honduras, en Guatemala, Panamá, lecciones aprendidas con Perú, estamos haciendo con Ecuador intercambios de inteligencia”.
Consultado sobre la internacionalización de las FARC, añade que esa ha sido una intención desde 1990. “Yo diría que esa es más bien una intención global de los grupos terroristas. Ha sido siempre una intención de los grupos terroristas el intercambio de información, no solamente las FARC, sino de todos los grupos, de intercambiar información, métodos, ha sido una intención permanentes”.
Renuente a hablar sobre cuestiones internas del Paraguay, se despide: “Hay que mantener el foco en las operaciones, en los objetivos. Hay una analogía con los que entrenan rottweiler, cuando se les muestra un hueso, no quitan la mirada del hueso hasta que lo muerden. Hay que llegar a los objetivos, sea cabecilla o estructura y se tiene que encargar, no solamente de ubicarlo, sino de identificarlo y conseguir pruebas con Policía Judicial para llevarlos ante la justicia. Algo así debe ser, tardaron 5 años en dar con Raúl Reyes, uno de los principales líderes de las FARC. “Pero lo hicimos”, dicen.
Inteligencia de la Policía Nacional cree que hay seis o siete niños ya reclutados por el EPP. El fenómeno es un espejo de lo ocurrido en Colombia, donde llegaron a contabilizar casi 6.500 menores de edad reclutados. Muchas de las niñas reportaron barbaries contra ellas.
Para los expertos colombianos, se cometieron dos errores claves en el caso del menor secuestrado: uno, se abandonó el blindaje estatal a la familia, y dos, se pagó enseguida el rescate. “Pagar el rescate no es la primera alternativa, es la última”, insisten.
Fundación País Libre de Colombia fue clave en la asistencia a los secuestrados y sus familias en los peores momentos del flagelo. Hoy día siguen asistiendo para ayudar a las víctimas directas e indirectas del secuestro. “Mirar el presente”, sugieren.