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Minutos antes de las 9:00, Peralta llegó a los tribunales sonriente y relajado, quizá debido a la certeza de que de ahí se iría a su casa. Luego de más de tres horas de audiencia ante el juez Alcides Corbeta, el exrector fue derivado al retén, para esperar con otros reclusos la decisión del magistrado.
En audiencia, la abogada defensora Sara Parquet de Ríos solicitó medidas menos gravosas que la prisión, tras alegar que su cliente cuenta con suficiente arraigo en el país, situación que desecha el peligro de fuga, así como la reducida expectativa de pena del delito imputado (instigación a un subordinado a cometer hecho punible), que es de 2 años de cárcel o multa.
Respecto al temor de que el exrector obstruya la investigación en caso de estar libre, Parquet adujo que tampoco se produciría debido a que la Fiscalía ya cuenta con toda la documentación necesaria. Asimismo, ofreció fianza real de G. 600 millones.
A su vez, el fiscal Martín Cabrera ratificó el pedido de prisión preventiva para Froilán, al argumentar que podría interferir con la investigación.
Corbeta concluyó que el exrector debe seguir en prisión debido a que las circunstancias que motivaron la aplicación de la medida restrictiva de libertad no han desaparecido. Resaltó que la investigación está en un estado incipiente y que existen numerosas diligencias pendientes, por lo que el peligro de obstrucción a la investigación está latente.
Tras conocer la resolución que ordenó su remisión a la cárcel de Tacumbú, alrededor de las 15:00, Froilán Peralta refirió que sufrió una descompensación, lo cual abortó momentáneamente su traslado a dicho penal. Fue llevado al Hospital Barrio Obrero, donde le diagnosticaron preinfarto, por lo que fue derivado al Hospital San Jorge.
Sin embargo, el director del Instituto Nacional de Cardiología, doctor César Delmás, manifestó anoche que varios estudios realizados a Froilán en el Hospital San Jorge, revelaron que no había indicios de que padecía algún síndrome coronario agudo y que se encontraba bien.
El médico expresó que lo citado “no quiere decir que en las horas siguientes tenga alguna sintomatología o pueda reconfirmar lo que estoy diciendo” respecto a su estado de salud. Esta mañana le harán nuevos estudios, informó.
Exrector fue abucheado por una madre
Una ciudadana que junto con su hijo adolescente observaban el traslado de Froilán Peralta desde el Palacio de Justicia, expresó su repudio contra ese procesado al grito de “rata corrupta”.
Froilán ingresó caminando al hospital público del barrio Obrero de Asunción, incluso le tomaron fotografías con teléfono celular cuando estaba sentado dentro de una sala. En una de las tomas se le ve incluso riendo animadamente.
Luego se informó que se le diagnosticó un preinfarto y los médicos del centro asistencial mencionado decidieron llevarle al Hospital San Jorge, donde hay una unidad especializada para ese tipo de casos. Fue sacado en camilla y alzado en ambulancia para ser llevado a dicho lugar, donde le ubicaron en una sala de cuidados intensivos, se indicó.
Cuando salía, una enfermera denunció ante un medio de comunicación que Froilán gozó de privilegios dentro del hospital de barrio Obrero, en detrimento de otros pacientes.
Llama la atención que idéntica situación sucedió en junio último con otro defendido de la abogada Sara Parquet, el bancario procesado por vaciamiento de la financiera Ára, Carlos Sosa Palmerola, quien tras conocer su prisión, sufrió una descompensación.