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Ambas organizaciones recordaron en un comunicado conjunto el caso de la niña paraguaya “Mainumby”, de 11 años de edad y embarazada de casi ocho meses como consecuencia de los abusos sexuales perpetrados presuntamente por su padrastro.
“Urgimos al Papa a utilizar su enorme influencia para pedir a Paraguay que proteja a las niñas como “Mainumby” de la violencia, y también que ayude a su madre, que fue recientemente liberada de la prisión, pero continúa sin poder decidir sobre la salud de su hija y su bienestar”, expone el comunicado conjunto de ambas organizaciones.
Compromiso del Pontífice
“Estamos muy animados por el compromiso del Papa de proteger a los niños y por sus declaraciones afirmando que el abuso sexual contra menores es un grave problema”, afirman las ONG.
Las organizaciones recordaron el caso de la niña “Mainumby”, que se encuentra “en peligro extremo” dado que “ha estado muy enferma durante su embarazo y está seriamente desnutrida y con muy bajo peso”. Este caso no es un hecho aislado en el país.
“En Paraguay existe una epidemia de violencia sexual contra las niñas, que el Estado continúa ignorando (...). Estamos alarmados por la cultura de impunidad y tolerancia hacia la violencia sexual contra menores en Paraguay”, declaran las mencionadas organizaciones no gubernamentales.
Por su parte, la organización Cladem, junto con la ONG Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), ya suscribió esta semana una carta abierta al papa Francisco en la que lamentaron la “fuerte influencia del fundamentalismo religioso de sectores vinculados a la Iglesia Católica para la adopción de leyes y políticas públicas, sin respetar que los Estados sean constitucionalmente laicos”.
Los dos grupos indicaron que “la Iglesia debería acompañar y proteger de manera apostólica, sinceramente humana y respetuosa la decisión de interrumpir un embarazo”, especialmente cuando la gestación es producto “de una violación, en un contexto de extrema pobreza y, peor aún, en niñas menores de edad”.
Índice aterrador
Un total de 421 niños y adolescentes fueron víctimas de abusos sexuales en Paraguay entre enero y junio de 2015, según los últimos datos oficiales –a los que habría que sumar otros más que no fueron denunciados y no se sabe que existen–.
En 2014, un total de 684 niñas entre 10 y 14 años y de 20.009 adolescentes de entre 15 y 19 años dieron a luz bebés vivos en el país.
Estas cifras de partos infantiles son “solo una muestra de los miles y miles de casos” de menores víctimas de violencia sexual, según la representante de Unicef en Paraguay, Rosa Elcarte.