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Demoledor es el dictamen que hizo la Contraloría sobre las declaraciones juradas del senador Víctor Bogado. Confirman que no existen correspondencias en 5 de las 6 declaraciones, resaltan que el parlamentario no detalló montos de ninguna de sus operaciones inmobiliarias ni de los automotores adquiridos. Enfatizan en las diferencias existentes de una declaración jurada a otra donde los montos –en guaraníes y en dólares– se van prácticamente duplicando en varios reportes detallados por el senador.
El informe está firmado por la entonces directora de Control de Personal Público Abog. Alexandra Bogarín, el entonces director general de Asuntos Jurídicos Abog. Jorge Ávalos Mariño, la Abog. Lourdes Araújo y el Lic. Guillermo Vera, quien lideró el trabajo. El dossier tendría como unas 150 páginas y hacen descripciones detalladas de las evoluciones desde la primera declaración jurada en 1994 hasta la última que presentó al momento de la declaración, año 2006, cuando aún era presidente de la Cámara de Diputados.
Todo hacia arriba
Víctor Bogado ingresó a la Antelco en 1978 como empleado de mantenimiento. Ganaba poco más de G. 1 millón y tenía una pequeña cuenta en el entonces Banco Nacional de Trabajadores (BNT) de G. 2.450.000 según su primera declaración jurada de bienes, en 1994. Su mayor patrimonio era una deuda de G. 12.000.000.
Cuando presentó su segunda declaración jurada era presidente de la entonces Antelco, la pequeña cuenta se había agrandado a varias cuentas en dólares por más de US$ 25.000. De no tener ninguna propiedad saltó a cuatro (La Encarnación, Lambaré, Areguá y Santísima Trinidad) y no consignó ninguno de los valores de los inmuebles. También reportó cinco vehículos, pero tampoco detalló los valores de los mismos.
Cuando presentó la tercera declaración jurada, en el 2002, era presidente de Conatel. La cuenta en dólares pasó de US$ 25.136 a US$ 30.136 y aparecía una cuenta en guaraníes por valor de G. 204.000.000. Los inmuebles también crecieron de los cuatro que había reportado inicialmente a dos más en San Bernardino y La Encarnación, o sea, seis inmuebles.
En su cuarta declaración jurada, en el 2003, dejó Conatel y era nuevo diputado. Según su reporte, sus cuentas no sufrieron ni un solo guaraní o dólar de incremento, igual que sus propiedades. Con respecto a esta declaración jurada, la Contraloría dice que hallaron solo “variaciones”, no hablan de correspondencias.
En la quinta declaración jurad, del 2005, Víctor Bogado ya era presidente de la Cámara de Diputados. Su caja de dólares creció de US$ 25.136 a más del doble, US$ 56.136. Su cuenta en guaraníes subió de G. 204.000.000 a G. 219.000.000. Sus inmuebles también sumaban más: estaban en La Encarnación, Areguá, Santísima Trinidad, San Bernardino, La Encarnación, La Encarnación y San Roque. Tenía departamentos en los edificios Asturias y Rembrandt, valuados en miles de dólares que él nunca llegó a consignar.
En la sexta declaración jurada que presentó, en el 2006, Víctor Bogado seguía como titular de Diputados. La caja de dólares siguió subiendo, hasta llegar a US$ 58.404, mientras que su cuenta en guaraníes subió escandalosamente sin que se registrara ninguna visibilidad de negocio alguno, salvo su salario como diputado: fue de G. 219.000.000 a más del doble, más de 455.000.000 de guaraníes.
En su dictamen la Contraloría hace dos acotaciones. La primera es que todos los datos fueron proporcionados por el mismo Víctor Bogado, las cifras, las cuentas, las propiedades, los automotores.
La segunda acotación que hace es que Bogado no declaró precios de los inmuebles ni los rodados. “Esto aumentaría sensiblemente el patrimonio neto”, dictaminó Contraloría.
mabel@abc.com.py