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Desde los primeros días del novenario los vendedores ofrecen a los peregrinos velas, rosarios, imágenes de la Virgen, remeras y hasta los más modernos obsequios: pendrives con música, CD, DVD, con temas religiosos y de artistas actuales (piratas). La mayoría de ellos están en las veredas de las calles adyacentes a la basílica menor. A unas cuadras de aquí, cerca de la Municipalidad se ubicaron las romerías, con sus calesitas, ruedas de Chicago, ruletas y otros juegos que tientan a la suerte.
Otro lugar donde se instalan los vendedores es la zona del Tupãsy Ykua. Aquí se puede encontrar bidones y botellas para cargar agua de la fuente. Se pueden encontrar los tradicionales “Caacupé Poty” y una variedad de puestos que ofrecen minutas para el pasajero. Pero no solamente en Caacupé se concentra la actividad comercial. Al costado de la Ruta 2, que pasa por la Villa Serrana, están los vendedores de gaseosas, agua y comida rápida.
Es toda una infraestructura comercial al alcance y a la espera de que los peregrinos metan la mano en el bolsillo para satisfacer su deseo. Los precios siempre varían, pero hay que tener en cuenta la calidad para no ser engañado y pasar momentos inoportunos.