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Con organización y emoción a flor de piel, se realizó la histórica marcha nacional de colegios públicos y privados. Miles de estudiantes se congregaron en la Plaza Italia a las 08:00. Caravanas de ómnibus que transportaban a estudiantes de distintos puntos de la capital y algunos del interior se hicieron presentes.
Desde temprano, los estudiantes del Colegio Cristo Rey y coordinadores de la marcha, Fernando Corvalán, Nicolás Pereira, Fabrizio Maidana, Esteban Italiano, Lucas Zárate, Alejandro Scelfo, Nicolás Espínola, Marcos Aquino y Paulo Cosetti tuvieron el control. Unos dando indicaciones a través del micrófono, otros organizando a los jóvenes para que marchen por colegios. Todos tuvieron, además, el acompañamiento de sus respectivos padres.
La marcha se inició cerca de las 09:45. Por recomendación de la Policía se intentó cambiar el itinerario, para no caminar a contramano sobre la calle 15 de Agosto; sin embargo, se tuvo que volver al plan original debido a que ya no se pudo contener el multitudinario avance.
Al llegar al Ministerio de Educación se realizó una sentata simbólica y se montó una alegoría que refleja la realidad de estudiantes paraguayos que siguen dando clases bajo los árboles, en pleno siglo XXI. Allí también tuvieron un encuentro con la ministra de Educación. Los estudiantes siguieron su recorrido hasta la Plaza de Armas, donde se desarrolló el acto central. El momento artístico estuvo a cargo de Ricardo Flecha, Romina Benítez y Bohemia Urbana.
Recordando al Papa
Héctor Vera, presidente del Centro de Estudiantes del Colegio Técnico Nacional, trajo a colación las palabras del papa Francisco. “Quiero recalcar que cuando nos plantean mesas de diálogo, con discursos grandilocuentes me viene a la mente lo que dijo el Papa: qué mentirosos que son... Nunca más van a mentirnos, compañeros. Hoy pusimos la piedra angular de la sociedad del futuro, de la sociedad que nos comprometemos a llevar siempre en alto, porque nunca más el silencio va a ser nuestro idioma. Que el diálogo sea con una intención de cambio”, dijo y agregó que es hora de enviar presos a los que dilapidan los recursos del Estado, con sus niñeras y secretarias de oro.
Por su parte, Fernando Corvalán hizo hincapié en el despertar de la juventud. “No podemos seguir de brazos cruzados. Se están violando derechos humanos a través de este sistema educativo excluyente. Me da miedo que sigamos tolerando la corrupción y las injusticias. No lo toleremos más”.
Corvalán agregó que con una sola marcha no se soluciona nada, y pidió que eso no desilusione a los jóvenes. “Esta marcha recién es el comienzo de la toma de conciencia de todos nosotros. Dejemos de lado el miedo, el prejuicio, la cultura del temor y seamos partícipes de ese cambio que queremos. Nadie puede ser libre cuando otros están siendo oprimidos”, señaló con la ovación de los presentes.
Compromiso
Uno de los momentos más emotivos fue propiciado por Lucas Zárate, quien solicitó a los jóvenes que se llevaran una mano al pecho y se comprometieran al cambio. “Digan después de mí: Yo me comprometo a no cesar jamás de luchar por aquellos que me necesitan; a jugarme de lleno; a no balconear la vida y a quemarme si vale la pena. Me comprometo a jugarme por los ideales nobles. La educación es un ideal noble, entonces me comprometo a luchar por la educación”, repitieron todos.