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La Virgen de Caacupé, la madre común de todos los paraguayos, nuevamente reunirá a sus devotos en torno a la misa en la cual se exaltará su misión en la historia de la salvación.
Este año la principal celebración mariana será presidida por el cardenal argentino Luis Héctor Villalba, quien fue designado como enviado del Papa, para al mismo tiempo, adherirse al 50 aniversario de la creación de la diócesis de Caacupé. Cada año, en esta celebración, la jerarquía católica daba a conocer su postura sobre la realidad nacional a través del obispo diocesano, quien presidía la misa, pero con el cambio de celebrante, en esta edición, Mons. Claudio Giménez, adelantó ayer su prédica sobre la situación del país. Pero esto no significa que el enviado papal no mencione en forma genérica los males que aquejan a nuestro pueblo, que también son comunes a las de otras naciones.
La Virgen de Caacupé cada diciembre convoca a miles de sus hijos que se reúnen en su presencia para orar y agradecer los favores recibidos. La mayor parte de sus devotos ya llegaron anoche, luego de largas caminatas, o pedaleando, en buses y hasta en carretas.
Oficialmente hoy se pone en marcha el Trienio de la Juventud, el emprendimiento pastoral que la Iglesia preparó para acercar a los jóvenes e instarlos al protagonismo para que sean los factores del cambio que necesita nuestro país. Durante los próximos tres años la Iglesia irá al encuentro de los jóvenes. Todos los lemas de las celebraciones serán un llamado a los jóvenes a un mayor acercamiento a las parroquias y movimientos, y a partir de aquí, ser activos protagonistas de la sociedad.
En Caacupé, este año, los celebrantes ya se hicieron eco de los males que aquejan a nuestra sociedad y especialmente a los jóvenes. Durante el novenario los obispos y sacerdotes condenaron el robo y el despilfarro de los bienes del Estado a expensas de los pobres; también se refirieron una y otra vez a la violencia que sigue segando vidas; tampoco olvidaron los dolorosos casos de secuestro y a los jóvenes víctimas de los vicios y sin oportunidades para acceder a mejores fuentes de trabajo. Hubo igualmente fuertes críticas al atropello al medioambiente.
Historia
La fiesta de la Inmaculada Concepción se estableció el 8 de diciembre de 1854, cuando el sumo pontífice Pío IX, después de recibir numerosas peticiones de los obispos y fieles de todo el mundo, se reunió en la Basílica de San Pedro, en Roma, y proclamó la fiesta de la Inmaculada Concepción.
Había más de 200 prelados, cardenales, arzobispos, obispos, embajadores y miles de fieles católicos, y en medio de la emoción general estableció solemnemente:
“Declaramos que la doctrina que dice que María fue concebida sin pecado original es doctrina revelada por Dios y que a todos obliga a creerla como dogma de fe”.
En Paraguay, la fiesta de la Virgen de Caacupé es la celebración litúrgica más importante. Es la que más fieles convoca porque sus devotos creen en su poderosa intercesión. Es por eso que durante todo el año recurre a ella para que Cristo escuche sus clamores.
Programa
Los actos centrales comenzarán a las 5:30 con la ambientación para la misa que será a las 6:00. El acto será concelebrado por los obispos del Paraguay y el nuncio Eliseo Antonio Ariotti. Al acto no asistirá el presidente Horacio Cartes, quien se encuentra en Francia, de visita oficial.