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CIUDAD DEL ESTE (Enviados especiales y corresponsal). La insistente teoría de que un sector de la propia Policía Nacional facilitó el asalto a la sede de la empresa de seguridad Prosegur se reavivó ayer, cuando el comandante, comisario general director Luis Rojas, dijo que “es obvio” que hubo negligencia en la actuación de sus subalternos. También mencionó que el departamento de Asuntos Internos ya tomó intervención para hacer un “control de gestión” y tratar de determinar si esa supuesta negligencia en realidad se trató de una alevosa complicidad, tal como se sospecha.
Luis Rojas se refirió así a la crisis que fue desatada por el destituido jefe de Policía de Alto Paraná, comisario principal Juan Fernández, quien supuestamente el lunes de madrugada ordenó por la frecuencia de radio de la Policía que se bloqueara hasta con tractores si era posible la supercarretera que conduce hacia Hernandarias y precisamente por la cual posteriormente escaparon los delincuentes que asaltaron el local de Prosegur, situado en el kilómetro 4 de Ciudad del Este.
Supuestamente, el jefe de la comisaría de Hernandarias, comisario Leonor Barrios, no solo desobedeció a su jefe directo, sino que además permitió que el convoy de vehículos de los maleantes pasara prácticamente frente a su unidad y atravesara tranquilamente toda la ciudad, en su huida hasta los puertos clandestinos a orillas del Lago Itaipú, desde donde cruzaron en lanchas hacia el lado brasileño.
Protegido del influyente tabacalero José Ortiz
En las redes sociales, los hernandarienses denunciaron que Barrios es un “ahijado” del influyente tabacalero José Ortiz, uno de los hombres del “primer anillo” del presidente de la República Horacio Cartes. El “intocable” comisario, de hecho, al menos hasta anoche seguía en su puesto, pese a que toda la cúpula regional fue descabezada.
Las nuevas autoridades
Justamente, ayer de mañana asumieron las nuevas autoridades policiales de la región. El acto fue en encabezado por el comandante Luis Rojas y el subcomandante Bartolomé Báez López.
Por ejemplo, el comisario general inspector Tomás Cristaldo, quien ya venía desempeñándose como director general del Isepol, fue nuevamente degradado a un cargo inferior, en este caso la dirección de la Cuarta Zona Policial, que tiene a su cargo las jefaturas de Alto Paraná, Canindeyú e Itapúa. Fue en reemplazo del comisario general inspector Luciano Capdevila, quien pasó a la Sexta Zona Policial (Presidente Hayes y Boquerón).
El nuevo jefe de Policía de Alto Paraná es el comisario principal Manuel Sosa, quien deja su cargo en Paraguarí a Juan Fernández. El flamante jefe de Orden y Seguridad es el comisario principal Miguel Ayala.
También asumieron el jefe de la división de Investigación de Delitos, comisario principal Marcial López Palma, en vez de Arsenio Correa, y el jefe del Grupo Especial de Operaciones (GEO), comisario principal Venancio Benítez.
El destituido jefe del Grupo Especial de Operaciones (GEO), Éver Paris, tenía a su cargo al suboficial Sabino Benítez, asesinado mientras hacía guardia privada frente a Prosegur, una situación que tampoco quedó clara.