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El 18 de noviembre del 2013 hubo fiesta en Tacumbú. En el pabellón Esperanza se inauguraron obras de más de G. 2.000 millones, entre infraestructura y enseres, según se publicó en la prensa de ese día.
La cifra fue dada a conocer por el propio gobierno de Horacio Cartes, a través de su entonces ministra de Justicia, Sheila Abed; por el actual ministro, Éver Martínez, quien en aquel entonces era viceministro, y por el entonces director del penal, Artemio Vera. Dijeron, en aquel entonces, que la financiación había sido de la Iglesia Adventista del Séptimo día, la misma iglesia a la que pertenece Jarvis Chimenes Pavão, de 48 años.
En charla con ABC Color, en la Agrupación Especializada, Pavão habló de construcciones que él realizó. Buscamos las fechas y los detalles que dio coinciden con la inauguración de aquel día del 2013.
–“En la Iglesia Adventista hay un pabellón Esperanza para 200 personas. La TV de mi pieza es de 32 pulgadas, la que puse para mis amigos es de 65 pulgadas. Todo yo monté allí para ellos. Privadas con camas buenas, con somier, salón de juegos con TV, el comedor. Monté 15 computadoras con todos los programas para que ellos reciban diplomas directo, peluquería completo para que aprendan a cortar, máquinas para bordar”, declaró a ABC Color.
Pavão, el mismo que al principio no quería detallar las obras, parecía molesto con quienes hasta según él habían ido a la inauguración.
–“Yo hice todo eso para que las personas tengan comodidad mejor y buena, mejor que la mía. Si ustedes van allá, verán que la TV que ellos tienen es mejor que la que yo tenía. Las sillas de ellos mejores que las mías, todo lo que hice fue desde que llegué. Con Silvio Ferreira (exministro de Justicia que estuvo preso) hacíamos 1.200 litros de leche de soja por semana y con el gabazo hacíamos tortillas. Con los torneos de fútbol gastaba 75 millones de guaraníes cada noventa días, por tres torneos que se hacían con camisetas, pelotas, réfere y todo. Yo solo hice cosas buenas allí y todos van a decir qué tipo de persona era yo allí”, mencionó Jarvis.
De camionero a un costoso Rolex
–¿Con todo eso que dice en que les era útil (al Gobierno), por qué de repente se enojaron con usted?
–Yo no sé por qué.
–Aseguran que usted tiene supuestamente un plan para desestabilizar al gobierno de Horacio Cartes para tratar de frenar su extradición.
–Jamás, jamás voy a querer hacer algo así. Esto no está en mi interior, mi espiritualidad no es para eso. Y desde que me volví cristiano así es que yo pienso. Antes de ser cristiano yo tenía mi conducta así, por lo que es cierto, jamás yo voy a hacer o voy a permitir que alguien que esté a mi lado actúe de esta forma. Yo no tengo nada en contra del Gobierno, contra nadie, contra cualquier político que sea, no tengo nada en contra de ninguno de ellos.
Naturalizado paraguayo desde el 2004, Pavão dijo que tiene esposa y nueve hijos. La mayor de 26 años estudia medicina y el menor de 8 años estudia y juega al fútbol.
El único momento en que Jarvis Chimenes Pavão fue superado por sus emociones y se quebró fue, justamente, al hablar de su hijo menor y de lo que le dicen sus amigos sobre su padre.
Una cuidada imagen revela que los siete años en prisión no lo trataron mal, y aunque se notó que hizo el esfuerzo por lucir lo más sobrio y simple con su camisa de marca brasileña y su jean, lo delataron su elegante alianza de oro y un reloj Rolex Yacht-Master, de acero y oro, con cristal de zafiro resistente a las rayaduras, sumergible y valuado en unos 25.000 euros (según se puede leer en internet).
–¿De dónde sale su fortuna si dice que desde el 99 ya no hace cosas ilícitas?
–Tengo empresas de riesgo en el Brasil, tengo playas de auto, tengo inmobiliaria, constructora, varias cosas en el Brasil.
–¿De dónde salió todo ese dinero?
–Una parte heredé de mi papá y de mi mamá, y después en el mundo, así como muchas personas hacen sin nada, yo adquirí eso.
Sus respuestas son de aquellas difíciles de creer. Oírlo hablar sobre todo lo que financió, pagó, compró.
Y eso sin perder de vista los siete abogados que lo acompañaron, algunos de los cuales vinieron exclusivamente desde distintos puntos del Brasil para participar de la entrevista concedida de manera inédita y exclusiva a ABC Color, el miércoles de mañana en el cuartel de la Agrupación Especializada de la Policía.
–¿Es cierto que usted era un camionero?
–Sí, es cierto. No es que comencé siendo, yo tenía un sueño, que era ser camionero. Dos años probé y dije que ya está. Quería ser, de todos los tipos de carga yo transporté, diésel, maquinaria, silos, todo. Me encantaba manejar y por dos años, pero en esa época no era como hoy que los camiones tienen aire acondicionado; en la época era un infierno manejar esos camiones, pero me encantaba viajar.
Este hombre que presenta sus negocios como operaciones muy sencillas es acusado por la Policía brasileña de intercambiar drogas por armamentos con las FARC.
“Y como yo te dije, jamás, jamás entonces, que traiga las pruebas el Gobierno paraguayo de que yo soy ahora un traficante de armas también, que ellos traigan las pruebas, cualquiera. Y yo voy a firmar si existe una prueba, no hay posibilidad, porque yo sé lo que yo hago, lo que hice en mi vida, jamás tuve vínculos con las FARC”.
Mañana:
Posible indulto y extradición (FINAL)
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Hugo Isasi (Cámaras)