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Por primera vez se manifestaron ayer los vecinos de la avenida Quinta en contra del proyecto “paseo gastronómico” del intendente Mario Ferreiro.
Unas 20 personas, propietarias de viviendas en los alrededores, se congregaron a las 10:00, en el paseo central de la avenida Francisco Acuña de Figueroa, más conocida como avenida Quinta, en su confluencia con Caballero.
Marta Martinesi, una de las manifestantes, señaló que hasta ahora eran los únicos que se mantenían en silencio y que ya es hora que también levanten su voz de protesta. “Queremos recuperar nuestro paseo como era antes”. Queremos los jazmineros como estaban antes, los bancos para sentarnos, queremos pasearnos, y que de la calle saquen todos los obstáculos que pusieron aquí”.
Criticó el cierre de las bocacalles porque ahora todos deben circular unas cinco cuadras para retomar la avenida a causa de la clausura. “Es realmente una vergüenza lo que están haciendo. El intendente tiene que rever, y la Junta Municipal es una vergüenza. En vez de trabajar están haciendo campaña proselitista, porque esta gente que no cumplió ni un cuarto de su mandato ya está buscando otro cargo”, remarcó Martinessi.
Los primeros en criticar la construcción de las 16 casillas de cemento y ladrillos en el paseo central fueron los arquitectos urbanistas que calificaron de adefesio y un proyecto criminal porque atenta contra el ambiente. Un grupo de los técnicos liderado por la arquitecta Gloria Benegas, inclusive, consiguió 4.300 firmas para exigir la demolición de las casillas que no solo son poco estéticas, sino también apeligran a quienes transitan por la zona, ya que restan visibilidad a peatones y automovilistas al ocupar parte de la calzada. La nota fue enviada por internet.