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La doctora María Teresa Barán, titular del Senepa, apela a la consciencia de la ciudadanía, cuya colaboración para eliminar los criaderos del mosquito transmisor del dengue, zika y chikunguña, es prácticamente nula, a juzgar por el elevado porcentaje de índice de infestación larvaria (criaderos positivos) que se verifica en diversos puntos del territorio nacional.
“No hay ningún distrito que cuente con una infestación larvaria por debajo del 4%, cuando lo ideal es contar con un porcentaje menor al 1% para impedir la ocurrencia de brotes de arbovirosis. En nuestro país, los índices de algunos distritos superan el 20%”, dijo.
Las lluvias son un riesgo potencial para la proliferación de más criaderos ante la inacción de los ciudadanos. Por ese motivo, se exhorta a que se intensifiquen los controles en las viviendas tras cada precipitación para evitar que se acumule agua en cualquier tipo de recipiente.
Durante la intervención comunitaria en Minga Guazú, foco del mayor brote de dengue en el país en este momento, el Senepa, junto con profesionales de Vigilancia de la Salud, inspeccionaron 1.065 predios, donde fueron encontrados 25.705 criaderos. Así también se efectuó el bloqueo químico en un total de 2.100 viviendas y predios.
“Nos preocupa que la gente no tome conciencia del riesgo. ¡Al Aedes aegypti se le tiene de mascota en la casa!”, apuntó Barán.
Recientes estudios muestran que las condiciones climáticas hacen que los huevos de Aedes aegypti reduzcan su tiempo de eclosión para convertirse en mosquitos adultos. Ahora solo tardan 4 a 5 días (antes, 7 a 10 días). También se constató que no solo se procrean en agua limpia como se pensaba, las larvas también sobreviven en agua sucia.
Otro espacio predilecto para los mosquitos son los neumáticos usados, que ofrecen el ambiente más propicio para su proceso de eclosión. La única alternativa para frenar una epidemia a nivel nacional es eliminar los criaderos, advierten.