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En jaulas de reducidos espacios, con una base de madera ya carcomida por la orina, se encuentran los catorce animales. Son jaulas rodantes, de la caravana del circo Osvaldo Terry.
El 24 de agosto pasado estos animales fueron llevados al zoológico capitalino, debido a que no pudieron pasar la aduana de Falcón hacia territorio argentino por deficiencias en la documentación.
Brigitte Fuzellier, de la organización no gubernamental Oipic, dijo que con ayuda voluntaria de colaboradores están llevando dos veces por semana alimentos para los leones y tigres. Lamentó el estado de abandono y de precariedad en que se encuentran los animales.
Calificó de inhumano el trato que reciben los felinos, que hace más de cuatro meses no tienen contacto con la tierra. Están en jaulas pequeñas, con una base de madera que ya se está destruyendo.
“El dueño del circo, Osvaldo Guasconi, argumenta que no tiene dinero para alimentar tanto tiempo a los animales en el zoológico. Sin embargo, ahora está veraneando en las playas de Brasil”, indicó. Dijo que los responsables del circo pidieron una indemnización de 70.000 dólares para entregar los animales a la Comuna capitalina. “Ahora redujeron a 25.000 dólares el monto solicitado”, sostuvo Fuzellier.
El jefe del departamento de Mantenimiento del lugar, Leoncio Ríos, dijo que la ONG lleva dos veces por semana alimentos, principalmente pollos, “ya que la carne (roja) es costosa”.
El circo dejó también en nuestro país un cuidador de estos animales, David García, quién hace 22 días no cobra su trabajo.
Ahora están construyendo un espacio con agua para que los leones y tigres puedan por lo menos caminar. “Estará con vallas protectoras, porque empiezan a enfermarse en la pequeña jaula, y ya tienen heridas en los pies”, dijo Ríos.