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SAN LORENZO (Antonia Delvalle C., corresponsal).Acompañado de su madre, Nilda Roa, Thiago (de 6 años) llegó en buen estado al Hospital Acosta Ñu en la noche del martes, cuando fue internado para recibir la preparación previa a la cirugía y los medicamentos antirrechazo. “Él estaba bien y hasta bromeó con nosotros”, dijo el director del centro asistencial, Dr. Pío Alfieri.
El niño padecía de miocardiopatía ditalatada en fase terminal por viral. El trasplante fue posible mediante la donación hecha por familiares de un paciente de 4 años, diagnosticado con muerte cerebral en el Centro de Emergencias Médicas, donde se hizo la ablación del órgano alrededor de la 1 de la madrugada de ayer. El corazón fue transportado luego hasta dicho hospital, donde a las 3:05 se inició la cirugía y culminó a las 05:05.
A la mañana, en conferencia de prensa, los médicos habían dicho que abandonar el quirófano iba a ser un gran paso para Thiago y al final de la tarde pudo salir y ser trasladado a la unidad de cuidados intensivos.
Sin embargo, su estado seguía siendo crítico y continuaba conectado a un aparato denominado ECMO (de asistencia respiratoria y circulatoria), que le mantiene con vida en espera de que su nuevo corazón pueda cobrar fuerzas y latir por sí mismo. Hoy van a intentar retirarle ese aparato.
La jefa de Cardiología del Hospital Pediátrico Acosta Ñu, Dra. Nancy Garay, explicó que pese a los estudios de compatibilidad realizados, tanto en el laboratorio Central del Ministerio de Salud como en un centro privado, así como a la medicación antirrechazo, el cuerpo de Thiago tras culminar exitosamente la cirugía hizo un rechazo hiper- agudo que movilizó a los médicos. La médica dijo que dicha posibilidad siempre existe, pero que es la primera vez que ocurre en cuatro trasplantes que realizaron en un año.
Al notar que el corazón no es aceptado por el cuerpo, los profesionales tomaron los recaudos pertinentes. Le colocaron un marcapasos bicameral porque el ritmo del corazón no era el adecuado. Luego el pequeño no podía mantener la presión arterial y por ello señaló la doctora que le ayudaron con drogas, como una de antirrechazo, y seguidamente hicieron un procedimiento denominado plasmaféresis, que involucra la filtración de la sangre para remover el plasma y así sacarle todos los anticuerpos que pudieran atacar al corazón donado y provocar el rechazo.
Por último, explicó que decidieron meter al pequeño Thiago al ECMO, que hace de pulmón y corazón hasta que este cobre fuerzas para poder funcionar por sí mismo. “De la situación crítica, a las 6:00, pasamos a una leve mejoría a estas horas, y eso nos da esperanza para seguir luchando. Las próximas 18 horas son cruciales. Cuando se cumplan 24 horas tendremos un panorama más claro”, indicó anoche la doctora.
Insistió en que no puede establecerse un tiempo para la recuperación de Thiago, pero que el pequeño soportaría en estas condiciones unos 30 días. Con respecto a la necesidad de un nuevo corazón, que clamó la madre del menor, Nilda Roa, refirió que lo hizo en medio de su desesperación, pero que de ser necesario serán los médicos los que van a solicitarlo.