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En el mundo, cada año 540.000 mujeres son diagnosticadas con cáncer de cuello uterino y 200.000 mueren a causa de la enfermedad. En nuestro país, unas 300 mujeres han muerto en los últimos años, según las estadísticas del Ministerio de Salud.
Especialistas en gineco-obstetricia señalan que hasta hoy el principal mecanismo de prevención es la realización anual de un estudio de Papanicolau o PAP que permita identificar lesiones precursoras.
En ese sentido, el Dr. Vicente Battaglia, jefe de la cátedra de Gineco-Obstetricia de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), señaló que, a diferencia de otras enfermedades, no es la falta de insumos o equipos lo que impide que las mujeres se sometan a los controles, sino la apatía de las mismas, que se muestran reacias a realizarse el estudio del PAP.
En ese sentido, explicó que cada mes al menos una mujer es diagnosticada con cáncer de cuello uterino en el Hospital de Clínicas de San Lorenzo.
“Si cada mujer que acudiera a un hospital se realizara un estudio del PAP, estaríamos salvando muchas vidas”, señaló.
Agregó que de ser así, mujeres que acuden por diversas circunstancias a los hospitales públicos también podrían identificar mediante el estudio lesiones que en el futuro den origen al cáncer.
“De esta manera podríamos ofrecer soluciones más pequeñas y menos mutilantes, incluso con resultados positivos para la vida reproductiva de la mujer”, explicó el ginecólogo.
De 25 a 49 años
El grupo etario que necesariamente debe someterse a un estudio de PAP anualmente es el comprendido por mujeres entre 25 y 49 años.
Sin embargo, aquellas de menor edad que son sexualmente activas deben igualmente someterse al control una vez al año.
Esperan vacunación masiva
Tras la aprobación por el Congreso de una ley que obliga al Ministerio de Salud a iniciar una campaña de vacunación masiva contra el virus del papiloma humano (VPH) –responsable del cáncer de cuello–, el Dr. Battaglia dijo que esperan que en breve se comience a aplicar la vacuna a todas las niñas y mujeres paraguayas de entre 10 y 25 años.
Mencionó que esta campaña en Australia hizo disminuir en un 90% la aparición del cáncer de cuello uterino en la población femenina.