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El Dr. Bruno Balmelli, director del Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (Cenquer), reiteró sobre el peligro de todo tipo de fuegos artificiales o bombas. Como ejemplo, comentó que hasta las estrellitas son peligrosas, una de las explicaciones es que la chispa que produce puede quemar la ropa y esto a su vez quemar la piel de los niños. “Esta quemadura es prácticamente irreversible”, aseguró el galeno.
Este tipo de quemaduras pueden prevenirse, por lo que insiste estar pendiente de los niños y no darles explosivos para que jueguen.
Como antes de la Navidad, Balmelli recomendó en lo posible no utilizar petardos, caso contrario, exhortó que la manipulación del artefacto pirotécnico esté a cargo de una persona mayor, que no se encuentre bajo los efectos del alcohol. “La manipulación de los petardos puede producir quemaduras no solo a nivel de las manos, sino que también puede afectar el tórax, cara, y ocasionar pérdida de visión y desfiguraciones”, comentó.
Lamentó que pese a los insistentes pedidos de evitar el uso de pirotecnia durante las fiestas, la celebración de Navidad arrojó como resultado cinco personas afectadas por explosiones de petardos asistidas en el Cenquer. “Entre el 24 y 25 de diciembre ingresaron un adulto de 24 años que fue afectado en el brazo por la manipulación de la famosa bomba 12x1. También un niño de 10 quien se lesionó el rostro y tuvo que quedar internado, además, un niño de 4 años quien sufrió daños en el ojo izquierdo debido a una ‘lagrimita’. Otro pequeño de Villa Elisa con heridas en la mano debido a una bomba 3x3 y el de una menor de 12 años que fue alcanzada en el cuello, rostro y mano por una 12x1”, comentó. También en el Hospital de Trauma se verificaron personas heridas por petardos en Navidad: cinco niños, de 3, 8 y 13 años; y dos jóvenes, uno de ellos de 22, que perdió parte de su mano.