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La administración del ministro Antonio Barrios firmó contratos para la provisión de bienes y servicios por un total de 1.034.721.455.284 guaraníes en lo que va de 2014, según el portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP). Esto ubica a la cartera de Salud entre las principales contratantes del Estado, siendo la adquisición de medicamentos la que más dinero requirió.
Sugestivamente, en varios periodos de este año el principal problema observado en los centros asistenciales dependientes del ministerio fue la falta de los remedios más básicos para la población humilde. El problema de desabastecimiento incluso fue uno de los argumentos utilizados por los médicos para iniciar paros escalonados.
El proceso de adjudicación más elevado para la compra de medicamentos se concretó en julio de este año, cuando se destinaron más de G. 640.589 millones (US$ 140 millones), oportunidad en que fueron beneficiados 34 laboratorios. Los contratos más grandes fueron para: Prosalud Farma SA (representada por Fabio Cino), por G. 54.565 millones; La Química (Óscar Harrison), por G. 77.780 millones; Dutriec SA (José Fernández), con G. 44.820 millones; Indufar SACI (Hugo Gibbons), G. 34.441 millones; Vicente Scavone & Cía. Comercial e Industrial SA (Mario Maciel), con G. 32.467 millones, y Scavone Hnos. (Felipe Resck), con G. 31.766 millones.
El Ministerio también hizo un llamado de emergencia por stock cero de medicamentos, donde adjudicó por un monto total de G. 14.405 millones. Realizó, además, contrataciones para la compra de alimentos varios para hospitales (ver info).
Para el 2015, de aprobarse sin modificaciones el presupuesto general de la República, el ministro Antonio Barrios podrá aumentar el volumen de compras de bienes y servicios en comparación con este año. Las instrucciones del presidente Horacio Cartes es mostrar un sistema de salud más eficiente a favor de los pobres, sin carencias en los servicios más básicos.
Actualmente, el mayor déficit de la cartera sigue siendo la falta de medicamentos para los pacientes, además de la carencia de camas para internados, terapias intensivas en cabeceras departamentales y el pésimo estado de los centros asistenciales, en cuanto a infraestructura.
Eso es al menos lo que señala el relevamiento realizado por el Gobierno durante su informe de los 100 días, dado a conocer en agosto pasado. Un claro ejemplo de vieja infraestructura son los hospitales de Barrio Obrero, Ineram (Juan Max Boettner) y San Pablo, que siguen esperando por mejoras.