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Una reunión entre autoridades de la Municipalidad de Asunción, la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) y otras instituciones se realizó ayer para prever los trabajos de emergencia ante las crecidas que ya afectan a unas 839 familias.
Ricardo Pereira, jefe del Departamento de Alerta Temprana de la SEN, explicó que llovió mucho más de lo que debería llover en el mes de setiembre. “Este sistema inició el 15 de setiembre. Se pudo apreciar en el nivel del río en unos días y luego hubo un aumento nuevamente en octubre. En poco más de un mes el río subió 1,40 metros”, expresó.
Agregó que se espera que el río crezca a un máximo de 7 metros en diciembre de este año. Añadió que esta situación se encontraría con la usual crecida prevista para el primer semestre del 2019, por lo que podría agravarse.
Según el pronóstico a mediano plazo, las medidas esperadas del río Paraguay son para el 29 de octubre: 5,45 m, el 5 de noviembre: 5,60 m. y el 12 de noviembre: 5,75 m.
El río Paraguay subió ayer 7 cm, llegando así a 5,30 m. Se encuentra a un nivel de alerta. El nivel crítico es a partir de 5,50 metros. En las localidades de Fuerte Olimpo, Villeta, Alberdi también se registran niveles de alerta, según la Dirección de Meteorología.
El intendente asunceno Mario Ferreiro indicó ayer que los próximos tres meses serán los más críticos. “Tenemos que prepararnos para lo más difícil”, aseveró. Por su parte, el ministro de la SEN Joaquín Roa explicó que para los trabajos se dividió a Asunción en 10 zonas y hay 141 funcionarios trabajando en campo. En total son 48 los refugios habilitados.
Ayer varias familias del Bañado Sur realizaron traslados de sus pertenencias en medio de la lluvia, metiéndose en el agua. Otros también siguen rellenando sus terrenos con la esperanza de que el agua no les alcance.
Raudales
Las lluvias de ayer generaron nuevamente raudales en toda Asunción afectando a los automovilistas y a los peatones. Muchos debieron sacarse los zapatos para cruzar las calles y otros eligieron esperar varios minutos a que la lluvia amainara.
Asimismo, los conductores tuvieron que sortear baches, registros reventados y el agua acumulada en avenidas principales como Mariscal López ante la falta de desagües pluviales.